La escuela no es una empresa, ni la educación un negocio
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Resumen
El presente artículo propone una reflexión crítica sobre la influencia del discurso empresarial en la escuela, el cual considera a la educación como un bien esencialmente privado y cuyo valor es ante todo económico. Hoy no cesa de escucharse cómo conceptos propios del mundo empresarial y mercantil se adhieren a la educación: «calidad», «competencias», «indicadores», «excelencia», «estándares», «evaluación por resultados», «pruebas estandarizadas», «oferta y demanda», «cliente y servicio», etc. Esto ha hecho que se sobrevalore esta clase de conceptos y no a la educación misma; es decir, los conceptos empresariales se usan como expresión genérica y como única verdad para caracterizar la educación.
En ese sentido, en primer lugar, se expondrá las trampas, efectos y consecuencias de uno de los conceptos originarios del mundo empresarial como lo es el de calidad de la educación. En segundo lugar, surge la necesidad y la urgencia de develar prácticas alternas en defensa de una escuela que recupere la educación como valor social.