La sonrisa de Wittgenstein: de la paradoja del decir y callar en el tractatus
Barra lateral del artículo

Cómo citar
Detalles del artículo
Se solicita a los autores que diligencien el documento de cesión de derechos de autor sobre el artículo, para que sea posible su edición, publicación y distribución en cualquier medio y modalidad: medios electrónicos, CD ROM, impresos o cualquier otra forma, con fines exclusivamente científicos, educativos y culturales
- La obra pertenece a UNIMINUTO.
- Dada la naturaleza de UNIMINUTO como Institución de Educación Superior, con un modelo universitario innovador para ofrecer Educación de alta calidad, de fácil acceso, integral y flexible; para formar profesionales altamente competentes, éticamente responsables y líderes de procesos de transformación social, EL CEDENTE ha decidido ceder los derechos patrimoniales de su OBRA, que adelante se detalla para que sea explotado por ésta
- El querer de EL CEDENTE es ceder a título gratuito los derechos patrimoniales de la OBRA a UNIMINUTO con fines académicos.
Biografía del autor/a
Jorge Enrique Figueroa Barrera, Corporación Universitaria Minuto de Dios
Es Profesional y Licenciado en Filosofía de UNIMINUTO, ha sido docente universitario en Filosofía.Contenido principal del artículo
Resumen
Este artículo es un intento por sintetizar el producto del trabajo de grado titulado “De la crítica del lenguaje a la praxis del silencio. La paradoja del decir y el callar en la lógica filosófica del Tractatus” en el que se pretende mostrar que el silencio místico es inefable, por lo que es necio tratar de hablar o representar su sentido. La herramienta o escalera para alcanzar la compresión tractariana del silencio es el análisis lógico del lenguaje porque mediante él es posible trazar límites a la expresión del pensamiento, frontera que no nos muestra en superficie el lenguaje ordinario. El lenguaje lógico nos permite ver el mundo como un todo limitado; el análisis y exploración de las posibilidades del lenguaje desde el sentimiento de totalidad, a través de la praxis del silencio, nos conduce al sentimiento místico. El silencio del Tractatus no es pasivo, por eso, como el Buddha, desde su apacible remanso de conocimiento y experiencia el sabio calla y sonríe.