¿De qué hablamos cuando aspiramos a educar para el desarrollo en América Latina?
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Resumen
Pensar en el papel de la educación para el desarrollo en el contexto latinoamericano nos pone en la vía de hacer referencia a eso que se ha llamado desarrollo. Una noción tan elástica y polisémica que su contenido se ha llegado a desvirtuar hasta convertirlo en muchas cosas, distintas entre sí. A veces es una quimera, un mito, una falsa promesa, bajo la cual se han llevado adelante políticas que no han resultado positivas para el devenir de nuestros pueblos. Otras, con menor frecuencia, la noción de desarrollo ha permitido un abordaje integral, una hoja de ruta, donde los desafíos económicos, sociales, políticos, culturales, científicos y educativos han podido conjugarse en forma sinérgica y se han puesto en marcha procesos que resultan en diversas formas de alcanzar incrementos en el bienestar general y colectivo. Por esto, apuntalar muy bien el sentido, alcance y significado del esquivo término desarrollo es fundamental para encaminar una discusión seria de cómo podemos educar a una sociedad o a nuestras sociedades latinoamericanas, para construir progresivamente otra ruta hacia una prosperidad bien compartida. Así pues, este artículo se propone abonar el terreno en esta dirección.