Artículo de investigación

Hábitos de lectura académica en la formación de educadores infantiles

Habits of Academic Reading in the training of educators for children

Hábitos acadêmicos de leitura na formação de educadores infantis

Zaily de Pilar García Gutiérrez
zgarcia@uniminuto.edu
https://orcid.org/0000-0002-9846-7762
Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, Colombia

Mónica Leonor Rodríguez Rivera
monica.rodriguez@uniminnuto.edu
https://orcid.org/0000-0002-6599-5796
Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, Colombia

Rodrigo Moreno Aponte
rodrigomorenoaponte@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-1293-5682
Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, Colombia

ISSN: 0124-1494
eISSN: 2590-8200
Recibido: 6 de junio de 2018
Aceptado: 1 de marzo de 2019
Publicado: 5 de julio de 2019

Cómo citar: García, Z., Rodríguez, M., y Moreno, R. (2019). Hábitos de lectura académica en la formación de educadores infantiles. Praxis Pedagógica, 19(25), 4-22. http://dx.doi.org/10.26620/uniminuto.praxis.19.25.2019.4-22

Conflicto de intereses: los autores han declarado que no existen intereses en competencia.


Resumen

Frente a la necesidad de fortalecer las habilidades de lectura crítica, para este caso, en estudiantes universitarios y como consecuencia de las actuales demandas sociales; al interior de la Licenciatura en Educación Infantil se está llevando a cabo una investigación que enfatiza en la aplicación de pruebas objetivas, tipo Saber Pro desde la lectura de textos disciplinares y la puesta en acción de una propuesta pedagógica que oriente a los estudiantes en el abordaje de dichos textos y su posterior encuentro con cada una de las pruebas. En relación con los referentes teóricos a desarrollar en esta ponencia se expondrán hábitos de lectura en los estudiantes universitarios y lectura crítica y educación superior. La investigación en curso es de tipo cuantitativa, con un enfoque empírico analítico y desde un método cuasiexperimental, específicamente con un diseño pretest y postest con grupo de control. A partir de los resultados encontrados en la aplicación de la encuesta de hábitos de lectura en los estudiantes, se hizo evidente que existe un distanciamiento considerable frente a la lectura de documentos con temáticas disciplinares, sumado a que el tiempo de dedicación a la lectura es insuficiente para lograr mejores procesos de nivel crítico, lo cual se refleja en el proceso formativo de los estudiantes en tanto el ejercicio se torna mecánico sin la introspección del mismo como parte inherente del estudiante y de la persona.

Palabras clave: hábitos de lectura, lectura crítica, educación superior.

Abstract

The develop reading critical skill is necessary on higher education in order to answer socially demand. The Licenciature Childhood Education does an investigation, where the students make test Saber Pro according their disciplinary text. It is a pedagogical proposal, then provide to student’s strategies for reading their discipline´s texts and make test Saber Pro. The theory referring is: reading habits in university students and critical reading and higher education. This is a qualitative research is. Its focus is empirical analytic and it has a quasi- experimental method. After applying the questionnaire, the results are: students do not read the text of discipline enough and reading time is short, so the reading is a mechanical activity and students do not develop critical reading skills.

Keywords: Habits of reading, critical reading, higher education.

Resumo

Diante da necessidade de fortalecer as habilidades de leitura crítica, para este caso, em estudantes universitários e, como consequência das demandas sociais atuais, dentro do Bacharelado em Educação Infantil se realizou pesquisas que enfatizam a aplicação de testes objetivos, do tipo SABER PRO, a partir da leitura de textos disciplinares e da implementação de uma proposta pedagógica para orientar os alunos na abordagem destes textos e seu posterior ao encontro com cada um dos testes. Em relação aos referenciais teóricos a serem desenvolvidos neste trabalho, foram observados os hábitos de leitura crítica e ensino superior dos estudantes universitários. A pesquisa atual é quantitativa, com uma abordagem analítica empírica e de um método quase-experimental, especificamente com um pré-teste e design pós-teste com um grupo de controle. A partir dos resultados encontrados na aplicação da pesquisa de hábitos de leitura nos alunos, tornou-se evidente que há uma distância considerável da leitura de documentos com temas disciplinares, além do fato de que o tempo dedicado à leitura é insuficiente para alcançar melhores processos de nível crítico, o que se reflete no processo formativo dos alunos como o exercício se torna mecânico sem a introspecção dele como uma parte inerente do aluno e da pessoa.

Palavras-chave: hábitos de leitura, leitura crítica, educação superior.


Introducción

La construcción de esta ponencia da cuenta de uno de los aspectos desarrollados en el marco del proyecto en curso “Fortalecimiento de las habilidades de lectura crítica del educador infantil en el marco de la formación disciplinar”, dentro de la Licenciatura en Educación Infantil de la Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO. Este proyecto surge como respuesta a una de las mayores preocupaciones de las instituciones no solo de educación superior (IES), sino de todo el sistema educativo colombiano, dado que los futuros educadores deben atender a las actuales exigencias desde la capacidad de acción sustentada en competencias y habilidades, que, a partir del proyecto en curso, se centran en las de lectura crítica. Por ello, la importancia de este ejercicio investigativo y la comprensión de sus particularidades, dado que dentro de los procesos de calidad que además están experimentando las IES se hace imperante visualizar, estudiar y comprender los procesos de lectura crítica y así aportar a la cualificación de los futuros docentes y, por ende, al de las infancias.

La investigación en curso se propone examinar desde una estrategia formativa, la posibilidad de fortalecer los procesos de lectura crítica de los estudiantes del programa de Educación Infantil y así visualizar nuevos caminos pedagógicos para su cualificación. Dicha estrategia comprende la aplicación de pruebas tipo Saber Pro1 en el marco de espacios académicos disciplinares como respuesta a los resultados que vienen obteniendo los estudiantes en las mismas, es decir, tanto en las pruebas Saber 112 como en las pruebas Saber Pro. Este aspecto llama la atención de forma especial porque permite reflexionar en torno a los procesos alcanzados en cuanto a lectura crítica en los estudiantes, antes y después de vivir y experimentar un ejercicio formativo en educación superior.

A partir de estas reflexiones, la pertinencia del proyecto en curso se respalda aún más por cuanto es una experiencia formativa de gran valor tanto para la institución, la Facultad de Educación, la licenciatura y por supuesto, para los estudiantes y docentes, pues se configura como una oportunidad de reconocimiento formativo pedagógico desde y para cada uno de los involucrados, así como complemento y aporte a los procesos de calidad, que para el caso de la licenciatura se convierta en imperioso por el logro en cuanto a la aprobación de alta calidad, obtenido en el año 2017.

En concordancia con lo expuesto, la ponencia se propone por objetivo profundizar en las particularidades que presentan los estudiantes de la licenciatura en relación con sus hábitos de lectura académica, entendiendo que desde esta práctica tan particular se da paso a un ejercicio reflexivo y de reconocimiento de la lectura crítica como elemento base para la calidad formativa en la educación superior. Para ello, se realizará un acercamiento teórico a los conceptos de hábitos de lectura y lectura crítica.

En la sociedad de hoy, especialmente en sus escenarios educativos, la lectura se constituye en una práctica determinante en los procesos de formación. Desde los primeros años de escuela, hasta los niveles educativos más altos y sofisticados, leer es una habilidad relevante de la cual depende un alto porcentaje de aprendizajes y desarrollos de competencias cada vez más complejas. Pese a la influencia de este componente educativo, en una elevada facción de países latinoamericanos, para el caso de esta investigación, especialmente en Colombia, el logro en las habilidades lectoras es mínimo, tanto al inicio, como en el transcurso del sistema educativo formal, hasta llegar a la educación superior, en donde la competencia lectora es insuficiente ante las demandas de formación y posteriores exigencias laborales. Al respecto Valverde (2014) dice:

La lectura es una de las prácticas de mayor presencia en todos los subsistemas, niveles y modalidades del sistema educativo, y tiene un valioso valor instrumental, pues posibilita la capacitación de los estudiantes para acceder a una comunicación más adecuada, clara y eficiente, sin embargo la gran mayoría de los estudiantes que han llegado a un nivel de educación supe- rior ha transitado por los demás niveles de la educación básica sin haber hecho mayores progresos en sus habilidades lectoras. Uno de los obstáculos que atraviesan los estudiantes de educa- ción en su proceso de aprendizaje, es adquirir el hábito de la lectura. (p. 90).

Desde esta perspectiva, el hábito lector del estudiante de educación superior se constituye en uno de los factores más determinantes al momento de favorecer un mejor desarrollo de la capacidad lectora, ya que es en el ejercicio continuo de esta práctica –basado en el gusto, el placer y la capacidad– que se logra el desarrollo de mejores y mayores competencias, así como la interacción comprensiva y propositiva con el texto. Es casi un hecho universal que el hábito lector se considera un indicador favorable de un nivel educativo de calidad, motivo suficiente para que países como Colombia se comprometan con la promoción y fortalecimiento de dicho hábito.

Sin embargo, para el caso específico de sus universidades, este continúa siendo insuficiente ya que los estudiantes universitarios recurren a la lectura exclusivamente en respuesta a un requerimiento académico, por lo general, marcado por una exigencia evaluativa. Ariola, Alterio y Pérez (2004) plantean que el acto lector en la universidad, solamente surge ante demandas específicas de tipo académico y laboral, en donde no tiene cabida la lectura como un acto de placer y gusto, mucho menos voluntario y sistemático; del cual es posible identificar un alto potencial educativo en contenido temático y en el desarrollo de herramientas intelectuales cada vez más complejas, en el marco de su realidad social, cultural y académica.

Según lo expuesto, hasta el momento el desarrollo de los hábitos lectores en educación superior se identifica como uno de los problemas pedagógicos con mayor envergadura, dada la estrecha relación que tienen con el desarrollo de competencias lectoras críticas y consecuentemente con el pensamiento crítico.

Y es que “lectura crítica conduce al cultivo del pensamiento crítico o de orden superior […] El pensamiento crítico incluye un conjunto de destrezas de generación y procesamiento de información y creencias, así como el hábito de utilizarlas para conducir a un comportamiento basado en el compromiso intelectual” (Díaz, Bar y Ortiz, 2015, p. 141).

A partir de la caracterización de los hábitos de lectura académica indagada en los estudiantes de la licenciatura – población de estudio– es posible identificar el panorama de práctica que estos realizan y, a su vez, reconocer cómo se está dando el antes o el camino para llegar a la lectura crítica, entendiendo que lo que se busca son educadores profesionales, integrales y con capacidad de reflexión social para aportar a nuevas dinamizaciones sociales. Por ello, vale la pena señalar que el concepto de lectura crítica se consolida en los procesos asociados al desarrollo y fortalecimiento permanente del pensamiento crítico (Aznar y Laiton, 2017), el cual se define como la “capacidad de problematizar lo que hasta ese momento ha sido tratado como algo evidente, de convertir en objeto de reflexión lo que antes simplemente había sido una herramienta […], de examinar críticamente la vida que llevamos”. (Giroux, 1997, p. 108).

Por ello, el ciudadano actual está llamado a construir una serie de herramientas cognitivas que le permitan hacer una lectura y comprensión de su realidad social, desde una perspectiva reflexiva, dinámica y problematizadora, que, en lugar de estandarizar y buscar radicalismo universal para explicar los fenómenos, proponga otras maneras de interpretar la realidad y así mismo relacionarse con ella y transformarla. Desde esta perspectiva, formar en lectura crítica es mucho más que enseñar el sonido y la forma de las letras; es formar en y para el pensamiento, quiere decir que el acto de enseñar a leer es en sí mismo un acto que potencia la observación, el análisis, la reflexión, la comprensión, el razonamiento, la argumentación, la creatividad y la construcción del conocimiento.

Gracias a esto, el estudiante está en capacidad no solo de interpretar su realidad, sino de comprometerse con ella y transformarla, no importa que tan inequitativa, volátil, dinámica o cambiante pueda ser, porque la lectura es una actividad que rebasa los textos escritos. En la actualidad es cierto que un lector de verdad, un lector que comprende, es alguien que lee de manera plural, aquel que es capaz de acceder a los libros, periódicos, artículos, textos discontinuos, entre otros, y que es capaz de aterrizar esas informaciones a las diversas realidades propias de sus contextos para problematizar las mismas.

De otra parte, y en concordancia con lo expuesto, es necesario advertir que la lectura –su comprensión– y la toma de postura frente a la misma no se deben distanciar ni derivar en ejercicios subjetivos de opinión aislada, aun cuando en estos procesos entra en juego un abanico casi infinito de interpretaciones, el lector no se debe permitir un distanciamiento de los reales contenidos existentes entre líneas y detrás de ellas, dado que dicho contenido y su adecuado re-conocimiento se convierte en la esencia y sustento de los procesos de lectura crítica, por ende, del pensamiento crítico.

En esta línea, cabe entonces retomar el concepto de hermenéutica desde una perspectiva gadameriana, por cuanto desde él:

Es tarea de la hermenéutica elucidar el milagro de la compren- sión, que no es una comunión misteriosa de las alamas, sino una participación en el significado común. El objetivo de todo entendimiento y de toda comprensión es el acuerdo en la cosa (Gadamer, 1998, p. 64).

Y, desde ese acuerdo en algo, que parte de la construcción de significado armonizado en las lógicas del contenido del texto, es que se busca el desarrollo de las habilidades de lectura crítica en los estudiantes, es desde esas lógicas de comprensión, que no caen en la subjetividad de entendimientos individuales, que se busca formar a los futuros educadores infantiles y así perfilar realmente seres socialmente dinamizadores, críticos.

De otra parte, contemplar el concepto de hermenéutica desde esta perspectiva permite comprender la lectura y la comprensión como la estructura del ser en el mundo; cómo este ser se significa en su contexto a partir de sus interpretaciones y busca un medio de conocimiento, le apunta entonces a un ejercicio profundo y real de lectura y pensamiento crítico pues “…el comprender, que permite al ‘ser-ahí’ conocerse en su ser y en su mundo, no es una conducta relacionada con determinados objetos de conocimiento, sino que es su propio ser en el mundo” (Gadamer, citado por Wenger, 2013, p. 204), quiere decir que un lector crítico es capaz de reconocer su ser y su estar en contexto.

Bajo este marco de referencia, aportar al desarrollo de los procesos lectores en los estudiantes universitarios se configura como una labor transversal que indudablemente supone el compromiso de todos los espacios académicos curriculares y extracurriculares que conforman el programa de formación (Vásquez, 2008; Díaz, Bar y Ortiz, 2015). Sin embargo, este compromiso suele relegarse a materias o cursos especializados en lengua castellana, comúnmente ofertados en los primeros semestres de la carrera, bajo el supuesto de que es la única asignatura responsable de dicho desarrollo, lo cual denota una fragmentación e instrumentalización del proceso lector, tanto en las dinámicas de formación, como en el acto lector en sí mismo, restando con ello un aporte conducente y asertivo en la configuración del pensamiento crítico.

Metodología

En cuanto al proceso metodológico, la primera fase del proyecto se centró en identificar los hábitos de lectura del grupo de control y el grupo experimental, conformados por estudiantes de Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Corporación Universitaria Minuto de Dios –  UNIMINUTO. La población en refería un total de 400 estudiantes inscritos en los semestres sexto, séptimo y octavo. Como muestra se seleccionan dos cursos de cada uno de dichos semestres, según ruta sugerida, con 25 estudiantes por clase, para un total de 150 estudiantes, es decir el 37,5 % de la población. De los cuales uno por semestre será el grupo experimental para un total de 75 y el otro por semestres será el grupo de control para un total de 75. La recolección de datos se llevó a cabo mediante de la aplicación de una encuesta que se concibió como un conjunto de preguntas ordenadas, dirigidas a una muestra representativa de la población o a instituciones, con el fin de conocer estados de opinión o hechos específicos. Supone una interacción directa entre la persona que la realiza y quien la responde. Puede ser oral (entrevista o relato de vida) o escrita (cuestionario). Puede implicar preguntas precisas (cuestionario cerrado) o dejar cierta libertad a la persona interrogada (entrevista semidirigida o libre). Puede realizarse de modo individual o grupal (Juliao, 2011).

Así, la encuesta, aplicada tanto al grupo control como al experimental, buscó indagar sobre aspectos como: tipos de textos abordados por los estudiantes, tiempo de dedicación, estrategias de lectura y otros puntos relevantes dentro del proceso. La información alcanzada desde dichos custionamientos se organizó por medio de la sumatoria de respuestas coincidentes, su posterior graficación y análisis.

En este sentido, la ponencia profundizará en los resultados de dicha encuesta, es decir, se centrará en explicitar qué particularidades presentan los procesos de lectura académica que tienen los estudiantes de la licenciatura, pues se consideró que desde este reconocimiento es posible plantear y ejecutar un plan de acción en el marco del fortalecimiento de los procesos de lectura crítica de los estudiantes.

De otra parte, el proyecto, al buscar entender e interpretar un hecho real, parte de “las concepciones sobre la realidad, el conocimiento, la intencionalidad de conocer, las formas de conocer, como esenciales al asumir la investigación, pues inciden en la construcción y selección de los procesos” (Cifuentes, 2014, p. 14). Por ello, tener claro el panorama sobre la forma en que leen los estudiantes de la licenciatura, cómo y para qué aporta a delimitar la forma de entender la investigación y de estructurarla.

Sumado, el enfoque es empírico analítico, cuasiexperimental; y el diseño está en la línea de un diseño pretest y postest; empírico analítico por cuanto “busca conocer de manera ‘objetiva’, externa y fáctica los hechos de la realidad; sus causas, efectos, síntomas, problemas, manifestaciones. Analizarlos para predecirlos y controlarlos” (Cifuentes, 2014, p. 28); y cuasi experimental, porque

manipula deliberadamente, al menos, una variable inde- pendiente para observar su efecto y relación con una o más variables dependientes […] los sujetos no se asignan al azar a los grupos ni se emparejan, sino que dichos grupos ya están for- mados antes del experimento: son grupos intactos (la razón por la que surgen y la manera como se formaron es independiente o aparte del experimento). (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p. 148).

Desde aquí, los grupos experimental y de control coexisten en tanto se investigan los resultados de la aplicación de pruebas objetivas (Saber Pro), en estudiantes de la licenciatura y desde la puesta en marcha y efectividad de una estrategia pedagógica sustentada en ejercicios de comprensión y acercamiento a la lectura desde sus niveles, y esto, en el marco del fortalecimiento de las habilidades de lectura crítica y por ende del pensamiento crítico.

Resultados o avances y discusión de los mismos

En relación con la información alcanzada, a continuación, se realiza el análisis de la misma según respuestas coincidentes y desde las preguntas que de forma significativa aportan a la identificación de las particularidades respecto a los hábitos de lectura académica de los estudiantes de la licenciatura.

Figura 1. ¿Qué tipos de textos escritos lee aparte de los que exige la universidad?

Fuente: elaboración propia.

A partir de la información alcanzada en los grupos de control y experimental, se evidencia en la figura 1, que existe una alta tendencia por parte de los estudiantes a leer más textos literarios que no literarios. Se evidencia distancia en procesos de lectura de textos académicos, y, al comparar la cantidad de estudiantes que leen artículos académicos con los que leen textos periodísticos y literarios la cantidad de los primeros es menor, por ende, se podría pensar en una brecha significativa frente a la lectura de documentos relacionados con sus procesos formativos, disciplinarios. Dicha distancia se podría reflexionar con relación tanto a los resultados de las pruebas nacionales (Saber Pro) como a los institucionales en términos de comprensión de lectura y sus niveles, con especial énfasis en el crítico- intertextual, dado que los estudiantes, al no abordar de forma rigurosa textos relacionados con sus temáticas disciplinares, difícilmente podrán contextualizar los mismos, ampliar su vocabulario, discernir sobre los temas y tomar postura

Figura 2. ¿Cuánto tiempo dedica a la lectura de estos textos semanalmente?

Fuente: elaboración propia.

La información organizada en la figura 2 permite evidenciar que la mayoría de los estudiantes dedica un tiempo que oscila entre 6 o menos horas semanales a la lectura de textos literarios, es decir, indicaron el menor rango de dedicación, por lo cual se percibe una población con hábitos de lectura que se trazan sobre los mínimos. Al observar el tiempo de dedicación a la lectura se percibe que este es insuficiente para alcanzar resultados de calidad en términos de comprensión, por ende, valdría la pena revisar cómo esos tiempos de dedicación a la lectura se traducen casi de forma simultánea en los procesos y estrategias de comprensión de textos académicos.

Figura 3. ¿Qué tipo de ejercicios hace para la comprensión de los textos que les exige la universidad?


Fuente: elaboración propia.

En la figura 3 se evidencia que los estudiantes recurren mayormente a la realización de resúmenes como estrategia para abordar y/o comprender los textos asignados, le siguen los mapas conceptuales y en última instancia los mapas mentales. Sin embargo, llama la atención que existe un porcentaje de estudiantes que indica no recurrir a ninguna de las anteriores. Aquí, tanto las estrategias utilizadas como el hecho de no recurrir a ninguna se deben reflexionar desde, en primer lugar, cómo el ejercicio de construcción de un resumen aporta al fortalecimiento de la lectura crítica en estudiantes universitarios, y en segundo lugar, qué sucede con los procesos formativos de calidad de aquellos estudiantes que no recurren a ninguna estrategia o cómo esa otra forma de lectura les aporta para fortalecer la habilidad de lectura crítica. Figura 4. ¿Cuánto tiempo dedica a la lectura de textos que exige la universidad?


Fuente: elaboración propia.

Coherente con los resultados de la figura 2, al preguntar sobre la cantidad de tiempo que dedica a la lectura de textos asignados por la universidad, se evidencia en la figura 4 que la mayoría de respuestas se agrupan en el rango de 6 o menos horas, aunque se evidencia con incremento en el rango de 7 a 14 horas. Pese a esta variación, es claro que el mayor número de estudiantes se ubican en los menores rangos de dedicación, evidenciando con ello bajos niveles en sus hábitos de lectura, resultado que coincide con los hallazgos de Valverde (2014), cuando afirma “No se tiene hábito de lectura” (p. 93), pues el estudiante de educación superior no lo reconoce como “una práctica adquirida por repetición, marcada por tendencias y que forma costumbres o prácticas frecuentes de lectura” (Valverde, 2014, p. 93).


Adicionalmente, es necesario tener en cuenta que un estudiante universitario promedio inscribe 18 créditos por semestre, lo cual equivale a 54 horas de clase semanal, de las cuales 36 requieren trabajo autónomo, el tiempo dedicado a la lectura resulta insuficiente, dadas las exigencias académicas propias de la educación superior ante el desarrollo de competencias de lectura crítica del futuro profesional.

El docente en formación de Educación Infantil carece de la dedicación en tiempo para dar respuesta a los mínimos formativos exigidos por el programa académico en lectura y coherente, con ello, en pensamiento crítico.

Figura 5. ¿Cuando realiza la lectura de un texto académico, busca fuentes distintas para contrastar la información?


Fuente
: elaboración propia.

Figura 6. ¿Cuando lee un texto proporcionado por la universidad, busca otros textos del autor?


Fuente: elaboración propia.

En el marco de una relación directa entre hábitos de lectura y los hábitos de estudio de un estudiante universitario; al profundizar sobre las estrategias de estudio como la contrastación o profundización del tema en fuentes de información complementaria y la indagación sobre otros textos del autor de un texto trabajado en clase, las respuestas de los estudiantes se ubican relativamente similares entre el “Sí” y el “No”, a excepción de la clase de Fundamentos y Didácticas, en donde el mayor número de respuestas está en el “No”, en la figura 5 y el mayor número de respuestas en las tres clases se agrupan en “No”, en la figura 6. Estos resultados muestran poco interés de los estudiantes por profundizar de manera autónoma en los temas de formación mediante procesos de lectura intertextual, estrategia básica en el desarrollo de las competencias de lectura crítica.

Como consecuencia, esto puede generar dificultades para superar los niveles de la competencia literal, comprensiones de primer nivel que están estrictamente vinculadas a la información explicita del texto asignado como requisito mínimo de la clase.

Conclusiones

A partir del rastreo, análisis e interpretación de la información recolectada por medio de la encuesta aplicada los estudiantes de la Licenciatura de Educación Infantil de UNIMINUTO, para profundizar en las particularidades que presentan con relación a sus hábitos de lectura académica, se puede concluir que dichos hábitos son mínimos, en disposición de tiempo semanal. Se evidencia muy baja intensidad horaria al momento de ejercer dicha práctica, lo cual se constituiría en uno los principales indicadores de la consolidación de este hábito. Aunque el tiempo dedicado a la lectura pueda parecer irrelevante, en realidad es una situación de fondo y significativa para el mundo pues existe una

correlación entre riqueza y acceso a libros […] Datos de la UNICEF revelan que más del 50 por ciento de las familias pudientes en países en desarrollo cuentan con tres o más libros en sus hogares para niños menores de 5 años, pero esta cifra desciende hasta sólo un 5 por ciento para las fa- milias pobres (UNICEF, 2012). Las personas en comunidades pobres […] no cuentan con suficiente material de lectura, mucho menos con material que sea actual, adecuado y re- levante para los intereses de los lectores. (West y Ei Chew, 2015, p. 14).

Lo anterior se relaciona con los procesos de construcción, crecimiento y calidad de vida de las personas, por ende, del país; pues en coherencia con la correlación entre riqueza y acceso a libros según estadísticas, estas dos se muestran directamente proporcionales pues tener acceso a material de lectura deriva en tiempo dedicado a la misma, por ende, el desarrollo de hábitos de lectura.

De otra, parte, frente a los hábitos de lectura académica de los estudiantes parte del estudio, además de la baja dedicación en tiempo, estos muestran preferencias por textos literarios antes que los académicos, lo que evidencia mayor afinidad por la lectura de novelas cuentos y poesías, esto resta importancia a lectura de textos propios de su formación pedagógica y disciplinar, lo cual impacta negativamente en el desarrollo de competencias profesionales acordes a las demandas de la sociedad, afectación que se evidencia en la bajos resultados de las pruebas Saber Pro.

En este sentido, también se puede concluir que la lectura de textos académicos por parte de los estudiantes es el resultado exclusivo de las demandas de evaluación de los cursos en donde son asignados, restringiendo la lectura al estricto y mínimo cumplimiento del requisito establecido por parte del docente. Quiere decir que el desarrollo de hábitos como la profundización en fuentes complementarias del autor asignado u otros autores no resulta ser una labor asumida como parte del trabajo autónomo del estudiante. Desde esta perspectiva, las ausencias de hábitos de lectura académica tienen consecuencias directas en el bajo nivel de desarrollo de competencias, lo que afecta el desarrollo de la lectura crítica y en consecuencia del pensamiento crítico, propio de cada uno del curso que hacen parte del plan de estudios del programa.

Teniendo en cuenta estos resultados, resulta fundamental que la Licenciatura en Educación Infantil genere estrategias de formación que respondan a las carencias respecto a los hábitos de lectura académica de sus estudiantes. Se trata de llevar a cabo una propuesta pedagógica de tipo transversal e interdisciplinar, que favorezca en los estudiantes la creación de patrones, estrategias y estilos de lectura diaria, automotivada, que dé cuenta de un interés auténtico, placer y gusto, y deje atrás el simple cumplimiento básico de las exigencias académicas del curso de turno, para darle paso a la creación de un hábito que hace de la práctica constante de la lectura, su mejor aliada para favorecer el desarrollo de la competencias de lectura crítica.

Notas al pie

1 En Colombia, el Instituto Colombiano para Evaluación de la Educación (Icfes), el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y el Sistema Nacional de Evaluación Externa Estandarizada (SNEE), han diseñado el Examen de Estado de la Calidad de la Educación Superior – Saber Pro (Icfes, 2019), para medir y comparar el alcance de las competencias en estudiantes de pregrado próximos a graduarse y prever estrategias de evaluación para los mismos. El examen está compuesto por el núcleo de competencias genéricas y específicas.

2 El Icfes indica que todos los estudiantes próximos a graduarse de la educación media y aspirantes a ingresar a la educación superior deben presentar este examen con el objetivo de evaluar las competencias de lectura crítica, matemáticas, ciencias sociales, ciencias naturales e inglés, y así, brindar información tanto a las instituciones como a los mismos evaluados sobre sus procesos en coherencia con los objetivos de calidad educativa del país (Icfes 2019).


Referencias

Ariola, G., Alterio, H., y Pérez, H. (2004). Hábitos de lectura en estudiantes universitarios. Educación Médica Superior, 18(1) Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_art text&pid=S0864-21412004000100006&lng=es&tlng=pt

Aznar, I., y Laiton, I. (2017). Desarrollo de habilidades básicas de pensamiento crítico en el contexto de la enseñanza de la física universitaria. Revista Formación Universitaria, 10(1), 71- 78. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062017000100008

Cifuentes, R. (2014). Diseño de proyectos de investigación cuali- tativa. Buenos Aires: Edición Novedades Educativas.

Díaz, J. P., Bar, A. R., y Ortiz, M. (2015). La lectura crítica y su relación con la formación disciplinar de estudiantes universi- tarios. Revista de la Educación Superior, 44(4) 176, 139-158.

Gadamer, H. (1998). Verdad y método II. Salamanca: Ediciones Sígueme.

Giroux, H. (1997). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Barcelona: Paidós.

Hernández, R., Fernández, C., y Baptista, M. del P. (2010). Me- todología de la investigación. 5ª. ed. México: McGraw-Hill.

Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación– Icfes (2019a) Guía de orientación Saber Pro 2019-2. Bogotá. Recuperado de https://www.icfes.gov.co/docu- ments/20143/1518930/Guia+de+orientacion+modulos+de+competencias+genericas+saber-pro-2019.pdf/a137de5e- 13ed-656e-939e-19452f40deda

Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación – Icfes (2019b). Guía de orientación Saber 11 2019-2. Bogotá. Recupe- rado de https://www.icfes.gov.co/documents/20143/193560/ Guiadeorientaciondesaber11 2019-2.pdf

Juliao, G. (2014). Una pedagogía praxeológica. Bogotá: Corporación Universitaria Minuto de Dios.

West, M. y Ei Chew, H. (2015). La lectura en la era móvil. Un estudio sobre la lectura móvil en los países en desarrollo. México, D. F.: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – Unesco. Recuperado de http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/ Mexico/lecturamovil.pdf

Valverde, Y. (2014). Lectura y escritura con sentido y significado, como estrategia de pedagógica en la formación de maestros. Revista Fedumar Pedagogía y Educación, 1(1), 71-104.

Wenger, R. (2013). Las teorías del texto en las hermenéuticas de H. G. Gadamer y P. Ricoeur. Revista Amauta, (21), 203-214.