Artefacto

Comunicar caminante

Communicating Walker

Andarilho comunicante

Walter Reina Parra
areina23@hotmail.com
Maestro en Comunicación educación en la Cultura Italia

Recibido: 3 de marzo de 2021
Aceptado: 3 de marzo de 2021
Publicado: 21 de junio de 2021
ISSN: 1692-5688 | eISSN: 2590-8057

Cómo citar: Reina Parra, W., (2021). Comunicar caminante, Mediaciones, 26 (17), 217-228. https://doi.org/10.26620/uniminuto.mediaciones.17.26.2021.217-228

Conflicto de intereses: El autor ha declarado que no existen intereses en competencia.


En las siguientes líneas no se desarrolla ningún argumento, simplemente se lee una subjetividad del “caminar”.

Caminar es una de las delicias de la vida, una actividad espontánea del ser, una necesidad social y natural tan importante como comer, dormir, ir al baño, tener sexo o respirar.

Retratar “el caminar”, en este caso, compartido desde los caminos y lugares trasegados en los últimos años, es una forma de contar lo que, para mí, es una parte de la naturaleza y la cultura del ser humano.

Caminar es un encuentro con lo desconocido y un reencuentro con lo que se conoce: es compartir las experiencias, es una manera de desacomodar la vida y romper con lo que se ha aprendido durante ella.

Para algunas personas caminar es un acto político: marchar, por ejemplo, es una herramienta para exigir y reclamar los derechos como sociedad. Movilizarse por la educación, la salud, la justicia, la equidad, el respeto, el medio ambiente y los derechos humanos, caminar en contra de la violencia, de los gobiernos tiranos y corruptos, de las políticas que afectan el bienestar social; estas acciones son la expresión más fuerte de la unión a favor de la libertad, a favor de la vida.

Hay quienes caminan para reconocer los territorios y diversidades circundantes. Caminan para ayudar a los demás y luchar contra la indiferencia y el olvido de las realidades y necesidades que otras personas viven.

Otros caminan con los cantos y ceremonias ancestrales junto a las abuelas y los abuelos; junto a los espíritus del agua, el viento, las plantas y animales. Caminan conociendo y aprendiendo de las tradiciones de los pueblos indígenas, negros y campesinos, como una forma para navegar en la espiritualidad; como la manera de caminar hacia el origen.

Asimismo, existen los que caminan para alejarse de los afanes de la vida cotidiana: el trabajo, el estudio, las tesis, las clases virtuales, las responsabilidades, las cuotas del carro, el apartamento, el viaje comprado a 24 meses o el aniversario. Caminan para evadir las reglas y burocracias, caminan para combatir la soledad y los miedos, caminan para olvidar u ocultarse de sus fantasmas. Caminan para alejarse del tiempo o simplemente para hacer deporte, para cuidar el cuerpo o mejorar la salud.

Como estas, seguramente hay miles de formas de entender y concebir el caminar: cada persona camina por una o varias razones. Así pues, es el movimiento constante que tiene la vida lo que estas imágenes pretenden expresar; movimiento condensado en caminos fantásticos, sitios recónditos, encuentros culturales, trabajo comunitario, viajes y diversos caminos.

Esta compilación de imágenes, más que un ensayo, es una invitación a caminar, dentro de las posibilidades que hoy brinda el encierro; claro está, caminar sin excusas, caminar con o sin rumbo, con o sin sentido, a caminar para ayudar, caminar para perderse en la vida, caminar para ser feliz.

Figura 1. Canoa viaja por el Río Orteguaza transportando dos mujeres indígenas, un en estado de embarzo, y diez tinajas llenas con leche. Milán, Caquetá Colombia.


Fuente: Fotografía propia.

Figura 2. Vía de Antalya a Göreme Tuquía.


Fuente: Fotografía propia.

Figura 3. Viaje de retornoLa Tagua, Putumayo a Puerto Arango, Florecia Caquetá. Este es el medio de transporte de los habiantes de la ribera de los río, Orteguaza, Caquetá y Putumayo.


Fuente: Fotografía propia.

Figura 4. Valle de los Monjes Göreme, Kapadokya Turquía


Fuente: Fotografía propia.

Figura 5. Señora toma el fresco frente a su casa en uno de los Callejones, de la carrerra 3 de Honda, Tolima. Estas pequeñas vías desembocan en el río Magdalena. Honda, Tolima, Colombia.


Fuente: Fotografía propia.

Figura 6. Uno de los caminos de Iasos Camping que conduce al Mar Mediterráneo Kiyikislacik, Milas, Bodrum, Turquia.

Fuente: Fotografía propia.

Figura 7. Eduardo Bolaños, Cacique del Resguardo San Luis, retorna a casa después de un día de trabajo comunitario Resguardo Indigena San Luis Municipio de Milán, Caquetá Colombia.



Fuente: Fotografía propia.

Figura 8. Los caminos del viejo Gairo. Un pequeño pueblo en centro de la Sardegna, que fue destruido por una inundación en 1951 y, porteriormente, 1963 fue completamente abandonado. Italia.

Fuente: Fotografía propia.

Figura 9. El Cuzco, zona de tonos rojos en el Desierto de la Tatacoa. Es uno de los sitios más visitado de este Bosque seco tropical. Departamento del Huila Colombia.

Fuente: Fotografía propia.

Figura 10. Camino en el Templo de las Mil Columnas Chiche Itza, Yucatán México.


Fuente: Fotografía propia.