Perspectivas – Vol. 6 – No. 21 2021
Sexting: una práctica influenciada por el género en jóvenes universitarios de
la ciudad de Medellín
que comparte, a partir de allí, “el ‘sexting’ constituye una amenaza
latente porque empieza como diversión, pero puede terminar en
una situación grave que se salga de control y produzca además
consecuencias sociales, físicas, psicológicas, pero también de
índole legal” (Pérez et al., 2020, p. 2).
Es importante tener en cuenta que no necesariamente se tienen las
mismas percepciones de la práctica en cuanto al género, pues
hombres y mujeres lo sienten, viven y manejan de forma diferente,
sus motivaciones para practicarlo no son las mismas, además, sus
deseos en cuanto al sexting varían (Alonso-Ruido, 2017). En este
sentido, las mujeres presentan mayor incidencia, siendo el género
que envía con mayor frecuencia este tipo de contenido, además,
“es en las mujeres donde se presenta el mayor número de
problemáticas y peligros relacionados con la práctica: son ellas
quienes siempre se encuentran más afectadas de manera
negativa” (Arias, 2018, p. 4). A partir de estas problemáticas, se
derivan algunos riesgos que se pueden presentar, incluso si esta
actividad se realiza de forma privada, “entre los riesgos más
destacados en las redes sociales se encuentran el ciberbullying,
sexting, grooming o el fomento de ideas o mensajes inadecuados”
(Echeburúa, 2013; Gómez et al., 2017 citados en Villanueva-Blasco y
Serrano-Bernal, 2019, p. 17). Así mismo, llevarla a cabo con personas
conocidas también representa un factor de riesgo, ya que, si el
vínculo con estas se llega a ver fragmentado en algún momento, el
material que se ha compartido puede llevar a que aparezcan
fenómenos como en ciberacoso y ciberbullying si aparecen
amenazas o coacciones. (INTECO, 2009, citado por Donoso-
Vázquez et al., 2016, p. 9).
Lo anterior, puede derivar en violencia de género; al respecto,
diferentes investigaciones han encontrado que, “para las chicas la
práctica de sexteo con la pareja se asociaba con una mayor
probabilidad de ser víctima de violencia en el noviazgo, tanto
presencial (victimización de agresión psicológica, física y sexual)
como ciberacoso” (Quesada et al., 2018, p. 239). En este tipo de
violencia, los estereotipos de género de acuerdo al contexto
cultural cobran importancia, en cuanto se tiene en cuenta el rol que
cada uno representa. Para Vaca (2017):