Los objetivos de
desarrollo sostenible en el ámbito de la responsabilidad social universitaria
Sustainable development goals in the field of university social
responsibility
María Del
Pilar López-Rodríguez
Doctoranda en
Desarrollo local y Cooperación Internacional
Universitat de Valéncia. Correo electrónico: maloro8@alumni.uv.es
https://orcid.org/0000-0001-6839-6820
Carmen Lloret-Catalá
Doctora en
Psicología.
Universitat de
València. Correo electrónico: m.carmen.lloret@uv.es
https://orcid.org/0000-0003-3366-0390
María-Jesús
Martínez-Usarralde
Doctora en
Filosofía y Ciencias de la Educación.
Universitat de
València. Correo electrónico: m.jesus.martinez@uv.es
https://orcid.org/0000-0001-6777-3399
https://revistas.uniminuto.edu/index.php/Pers/issue/view/195
55-67
RECIBIDO : ENERO 2 -2020
ACEPTADO: JUNIO 25 – 2020
RESUMEN
Este trabajo tiene la intención de explorar,
posibles alternativas de articulación del ámbito local en el que se ejerce la Responsabilidad Social Universitaria
(RSU) con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en un intento por aclarar cómo podría una Universidad incorporar en su
sentir y quehacer los principios y las metas de los
ODS, a fin de obtener resultados
de mayor alcance y beneficio
para la comunidad y el territorio.
A través de la técnica
documental se tomó como
principal referente la Guía
sobre Cómo Empezar con los ODS en las Universidades (SDSN Australia / Pacífic],
2017). Como principales hallazgos
se evidenció un creciente interés de las Universidades por desarrollar sus funciones sustantivas que les permitan relacionarse efectivamente con su entorno.
Palabras Clave: Desarrollo Sostenible,
Responsabilidad Social Universitaria, Universidad, Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
ABSTRACT
This
work intends to explore possible alternatives for articulating the local sphere in which University Social Responsibility (RSU) is exercised with the Sustainable Development Goals (SDGs), in an attempt
to clarify how a University could incorporate and to do, the principles and goals of the SDGs, in order
to obtain results of greater scope and benefit for the
community and the territory. Through the documentary documentation, the Guide on How
to Start with the SDGs in Universities
(SDSN Australia / Pacific), 2017) will
be the main reference. As main findings are evidenced a growing interest of the Universities to develop their substantive functions that can effectively relate to their environment.
Keywords. Sustainable Development, University Social
Responsibility, University, Sustainable Development Goals.
1. Introducción
El
desarrollo sostenible parte de un crecimiento económico que trata de lograr de
manera equilibrada, que las generaciones presentes puedan satisfacer sus
necesidades, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para disfrutar
de los recursos medioambientales y sociales. Esta visión de desarrollo emergió con
la declaración de Tokio (World Commission
on Environment and Development, 1987), y fue adoptada como el principio rector
para el desarrollo mundial a largo plazo. A comienzos del nuevo siglo se
emprendió una iniciativa mundial bajo la cual se adoptó la Declaración del
Milenio de las Naciones Unidas (Organización de las Naciones Unidas [ONU],
2015), en busca de concretar en ocho objetivos mensurables, un marco de trabajo
para hacer frente a la indignidad de la pobreza en diferentes formas, en el
curso de los siguientes 15 años.
A
pesar de los logros alcanzados, en el camino se identificó la persistencia de
las desigualdades a escala global y un progreso desigual, por lo que con la Conferencia
Mundial Río+20 (ONU, 2012), 193 Estados aprobaron la Agenda 2030, por medio de
la cual se renovó el compromiso con el desarrollo sostenible y la necesidad de
hacer frente a nuevos desafíos, centrándose en temas como la economía verde y
la erradicación de la pobreza, que se recogieron en 17 Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) que reemplazaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM).
Desde
entonces y con 169 metas específicas que deben alcanzarse al año 2030, los ODS
se han constituido en la hoja de ruta conducente a un nuevo paradigma de
desarrollo, que busca orientar adecuadamente el esfuerzo del territorio en sus
diversas escalas (mundial, regional, nacional y subnacional),
con el horizonte puesto en adoptar medidas que les permitan hacer frente a la
especificidad de las situaciones y problemáticas del desarrollo.
En
el marco de esta apuesta mundial, América Latina y el Caribe tiene la
oportunidad histórica de “evaluar un punto de partida de los países de la
región y a analizar y formular los medios para alcanzar esta nueva visión del
desarrollo sostenible” (Comisión Económica para América Latina y el Caribe
[CEPAL], 2018); por lo que cada país
debe asegurarse no sólo de priorizar aquellas situaciones problema de mayor
agudeza por zona geográfica; sino también identificar un conjunto de actores claves
en la construcción y gestión integral de soluciones con mayor impacto en la
disminución de las desigualdades y la generación de capacidades locales.
Con
todo ello, el cumplimiento de las metas establecidas en los ODS demanda la
participación activa de la Universidad, en la medida que su orientación
socialmente responsable le permite no solo desarrollar la “capacidad
institucional para generar y aplicar principios y valores
universales…orientados a mejorar la calidad de vida de la comunidad ” (Baca,
2015 p. 90); sino que también, producto de sus funciones sustantivas de
generación y difusión del conocimiento, desempeñan un papel fundamental en el
logro de los ODS, siendo probable que ninguno de estos últimos pueda cumplirse
sin la intervención de esta institución (Sustainable Development Solutions Network
Australia / Pacífico [SDSN Australia/Pacific], 2017);
por lo que evidencia la necesidad imperante de acelerar las acciones de
apropiación de los ODS desde el ámbito Universitario, ya que, como lo señalan
Llanos y Solana (2016), los objetivos establecidos en la Agenda 2030 se erigen
en una oportunidad para facilitar la integración de las diferentes políticas de
responsabilidad social universitaria (RSU) con las dinámicas y realidades
mundiales que pasan por lo local.
Para
que los ODS sean un éxito a escala local y tengan alcance global, resulta esencial
adoptar un enfoque integral de responsabilidad social que permee todos los
ámbitos de acción de la Universidad. Por ello, se parte de identificar ejercicios
previos que vinculen a los ODS con la acción ejercida en las Universidades y, a
partir de ahí, se presenta una propuesta de análisis que da cuenta de los criterios
básicos que deberían incluirse en la formulación de un enfoque de armonización
de los ODS con los procesos convencionales (planificación, gestión e impacto) y
las funciones sustantivas (formación, investigación y extensión) de las
Universidades socialmente responsables (Vallaeys
& Álvarez, 2019), a partir de la guía elaborada por la SDSN Australia / Pacífico.
Los
ODS en las Universidades de América Latina
Las
universidades de América Latina están llamadas a contribuir desde lo local a alcanzar las metas propuestas en los
ODS, y para ello deben orientar mancomunadamente sus esfuerzos a: i) mejorar la
comprensión de los ODS y difundir sus interrelaciones, ii) adoptar una
perspectiva crítica en la priorización de los ODS dentro de sus funciones
sustantivas y las agendas externas, iii) participar activamente y en formas
distintas en la movilización de recursos para impactar positivamente el
desarrollo sostenible del territorio. En los últimos años se han realizado
diversos ejercicios internacionales que cobijan el territorio latinoamericano,
con el objeto de medir las posibles contribuciones de las Universidades al
cumplimiento de los ODS.
Específicamente
para América Latina, se llevó a cabo en el 2018 la primera investigación continental
sobre la gestión de la Responsabilidad Social en 60 universidades de 8 países[1] miembros de la
Unión de Responsabilidad Social Universitaria Latinoamericana (URSULA), a
partir de un ejercicio de autodiagnóstico que contempla la medición de 12 metas
distribuidas en cuatro ámbitos: gestión organizacional, formación, cognición y
participación social[2] (Vallaeys & Solano, 2018). En este ejercicio se aborda
la temática de los ODS específicamente en la meta cinco incluida en el ámbito
de formación, para la cual la región obtuvo un puntaje promedio de 2,18 en una
escala de 1 a 5[3], considerado un
nivel bajo[4], y siendo la
meta con menor logro de las evaluadas[5].
Mas
recientemente, Times Higher Education
lanzó la primera edición del Ranking de impacto Universitario 2019, que evaluó
450 universidades de 76 países del mundo en relación al
cumplimiento de 11 ODS[6] en tres grandes
áreas: docencia, investigación y políticas e iniciativas. Los resultados revelan
que dentro de los 100 primeros puestos solo figuran cinco de 55 universidades
latinoamericanas, siendo este ranking liderado por Nueva Zelanda, Canadá y
Reino Unido.
Las
evidencias manifestadas líneas arriba resaltan la necesidad de acelerar la
participación directa de las Universidades en la consecución de los ODS, y si
bien constituyen una gran apuesta para comprometer a las instituciones de
educación superior (IES) de todo el mundo a identificar y valorar los impactos sociales,
políticos, académicos y culturales de su quehacer en los ODS, y motivarlas a redireccionar sus actividades al fortalecimiento de un entorno
social favorable. Ambas mediciones basan su metodología en el análisis de la
información proporcionada por las mismas universidades, sin verificación
independiente, apuntando más al reconocimiento y a la sensibilización de la
importancia de los ODS que a la construcción per se de una hoja de ruta para su
correcta implementación.
2. Materiales y
métodos
En
el apartado anterior se evidencia la necesidad de ahondar en la construcción y
ejecución de propuestas orientadoras sobre cómo articular dinámica y efectivamente
los ODS con las labores administrativas, formativas, académicas, docentes,
científicas, culturales y de extensión de las IES; de forma tal que la
comunidad académica se convierta en el principal referente de los ODS y acerque
a la ciudadanía, desde sus diferentes contextos, a las realidades que se gestan
en el territorio en materia de desarrollo sostenible.
Se
parte entonces de la guía sobre cómo empezar con los ODS en las Universidades (SDSN
Australia/Pacific, 2017), con lo que, en primera
instancia, invita a ir mas allá de las metas que están explícitamente referidas
a la educación (ODS 4) [7] e investigación
(ODS 9 y 14)[8] para pasar a
apoyar la implementación y el propio marco de los ODS, y sugieren para ello seguir
cuatro pasos bajo la aspiración de comenzar o, en su caso, profundizar en su
compromiso con los ODS (p.3):
Conocer
e identificar lo que ya se está haciendo (mapeo).
Apropiarse
de la Agenda 2030 desarrollando capacidad y liderazgo interno de los ODS.
Identificar
prioridades, oportunidades y debilidades.
Integrar,
implementar e incorporar los ODS en las estrategias, políticas
y planes de la universidad.
Monitorizar,
evaluar y comunicar sus acciones con respecto a los ODS.
Es
en esta vía en la que se propone alinear la RSU, entendida esta última como una
expresión institucional de los valores identitarios
de la Universidad que permea todas sus funciones sustantivas, y que se concreta
en políticas, estrategias y acciones claras, que le permitan a la IES la “consecución
de una coherencia institucional integradora, una pertinencia y permeabilidad
social (apertura), una dinámica hacia la innovación inteligente y transparente
y una racionalización de la gestión universitaria que mejora la creación de
valor social” (Martínez-Usarralde, Lloret-Catalá & Mas Gil, 2017, p.6).
3.
Resultados
A
partir de lo anterior y reconociendo que las universidades tomarán contacto con
este proceso de formas distintas, se propone un modelo de articulación de los
pasos para la implementación de los ODS sugeridos en la guía con la concepción
propia de un esquema de gestión de la RSU, representada en la figura 1.
Figura
1.
Alineación del modelo de Responsabilidad Social Universitaria con modelo de
profundización en los ODS.
El
modelo propuesto, en efecto, parte de
reconocer que la RSU constituye un instrumento articulador de un conjunto de
dimensiones (agendas externas a la Universidad y propias, así como sus ámbitos
de trabajo) y actores (comunidad académica, sectores público y privado,
ciudadanía, elementos del medioambiente y el territorio), que usualmente
podrían operar de forma independiente, pero que mediante la interiorización de
la RSU se desarrolla un trabajo mancomunado para la obtención de metas propias
que contribuyen al logro de fines comunes y que, en este caso particular, posibilita
avanzar en la consecución de las metas propuestas en los ODS.
Un
segundo elemento consiste en entender que la RSU se identifica como un
ejercicio dinámico y ello desde una doble vía: se alimenta de las agendas
provenientes de diferentes niveles territoriales (internacionales, nacionales,
locales), para mejorar la comprensión del contexto en el que se desenvuelve la
Universidad (social, económico, medioambiental), y así diseñar formas óptimas
de intervención (políticas, estrategias, programas), que se operativizan
dentro de su ámbito de acción (formación, investigación, proyección) y
establecer metas con efectos perceptibles en su entorno (visión). Las agendas,
a su vez, se nutren de este ciclo virtuoso, y se redefinen en pro de avanzar en
nuevas iniciativas o continuar trabajando en las ya existentes, lo que demanda
de las IES un compromiso permanente por liderar y adaptarse estratégicamente a
la evolución de los marcos de desarrollo sostenible (por ejemplo, al pasar de
los ODM a los ODS) bajo un principio organizador (SDSN Australia/Pacific, 2017).
Por
último, la armonización de los ODS con la RSU implica que toda la comunidad
universitaria asuma el desarrollo de una secuencia de pasos, según sus alcances
y ámbitos de acción. A partir del proceso de integración de los ODS paso a paso,
propuesto en la guía sobre cómo empezar con los ODS en las Universidades (SDSN
Australia/Pacific, 2017) las fases propuestas se
asociaron con las dimensiones y actores del modelo de RSU, asegurando que estas
se hallan inmersas en la realización de sus labores cotidianas, y
evidenciándose con ello la necesidad de incorporar una fase adicional, tal como
se describe a continuación:
Paso
1. Mapear las acciones que se están materializando en materia de ODS. Implica
realizar un análisis diagnóstico de las posibles contribuciones de la IES al
logro de los ODS desde diferentes ámbitos. Este paso puede llevarse a cabo bajo
un ejercicio de autodiagnóstico a partir de lo evidenciado en las funciones
sustantivas, especialmente en lo concerniente a ODS 2, 3, 4, 7, 9, 12, 14 y 17
(SDSN Australia/Pacific, 2017).
Paso
2. Apropiación de la Agenda 2030. Requiere generar espacios de reflexión y concertación
sobre la importancia global, nacional y local de los ODS, para que toda la
comunidad universitaria vivencie el mismo compromiso con el cumplimiento de los
ODS, y estos se reflejen explícita y tácitamente en sus preceptos básicos
(misión, visión, valores/principios institucionales). Este paso debe ser
liderado por las altas directivas de la IES, con la participación de los grupos
de interés (externos e internos) identificados en el paso 1, de tal forma que se
gesten empoderamientos y liderazgos del proceso, individuales y colectivos
(SDSN Australia/Pacific, 2017).
Paso
3. Identificar prioridades, oportunidades y debilidades en torno al logro de
los ODS. Este paso permite transformar la visión global de los ODS en
intenciones claras y concretas, mediante la construcción de bases realistas y
progresivas, a partir de un acuerdo común de prioridades, identificación de alcances
y aprovechamiento de oportunidades. Los líderes de las diferentes áreas de
gestión y apoyo de la Universidad guiarán este proceso en contacto directo con
los grupos de interés, retomando la información recopilada en las fases
anteriores, y complementándola con análisis a profundidad de los ODS materia de
gobernanza, cultura y actividades de la Universidad (SDSN Australia/Pacific, 2017).
Paso
4. Integrar, implementar e incorporar los ODS. En esta cuarta fase se incluyen los
ODS de manera transversal en varios medios de gestión, estableciendo mecanismos
de coordinación y elementos de apoyo. El cuerpo directivo y las y los líderes
de áreas de gestión y apoyo, una vez surtidas las fases anteriores, contarán
con la información pertinente y suficiente para incorporar dentro de sus
políticas, planes estratégicos, programas y marcos de referencia lo concerniente
a las directrices para la gestión de los ODS en toda la Universidad (SDSN
Australia/Pacific, 2017).
Paso
5. Ejecutar acciones orientadas al logro de los ODS. Se incluye esta fase
dentro del paso a paso de la SDSN Australia/Pacific,
2017, en la medida que, a partir de la formalización de la Agenda 2030 en el
marco institucional de la Universidad y su respectiva legitimación con los
actores involucrados, gran parte de su puesta en marcha tiene lugar en la práctica habitual de las funciones
sustantivas de la IES, por lo que se considera necesario delegar competencias
específicas a la comunidad académica de la Universidad, en la que recae por su
parte el poder transformador del territorio, propendiendo por el desarrollo de
herramientas propias que favorezcan el logro de los ODS.
Paso
6. Monitoreo, evaluación y comunicación de los logros en ODS. (SDSN Australia/Pacific, 2017). Por último, se considera indispensable
diseñar y ejecutar un plan de seguimiento, evaluación y comunicación de los
avances en materia de desarrollo sostenible, utilizando para ello herramientas
y medios ya disponibles, o diseñando algunos instrumentos específicos para este
propósito. La responsabilidad de este paso debe ser asumida por las directivas
de la Universidad, soportadas en las áreas de apoyo, toda vez que se evidencie
el compromiso y la apuesta como institución – no como área – con el
cumplimiento de los ODS.
4. Conclusiones
Si
bien varias universidades del mundo han comenzado a evaluarse e informar sus
contribuciones en materia de los objetivos propuestos en la Agenda 2030 desde
diferentes enfoques y por distintos medios, los compendios de estos ejercicios -según
se pudo evidenciar en los ejemplos presentados en este documento- no dejan
claro el objetivo perseguido, ya que se concentran en establecer parámetros
homogéneos de medición, y a partir de ahí identificar el grado de
compromiso/cumplimiento de las Universidades con los ODS.
Lo
que se busca con esta propuesta es subsanar el vacío que deja la orientación de
estos proyectos, y dirigir de este modo el análisis hacia la búsqueda de
posibles formas de implementación de los ODS en las prácticas de la
Universidad, sin que ello implique para las IES entrar en una carrera de
clasificación y reconocimiento, sino mas bien que invite a estas instituciones
superiores a adoptar una postura reflexiva frente a su compromiso con el
desarrollo sostenible e interiorice, en su quehacer responsable, principios y
acciones que coadyuven al cumplimiento de los ODS.
La
RSU entendida como un instrumento que lleva a la práctica los valores y principios
que representan a la IES, se considera en esta línea apuntada un excelente
mecanismo para canalizar los requerimientos de la Agenda 2030, ya que, por su
naturaleza, la RSU se sustenta en la optimización de los efectos que tienen las
IES en dimensiones específicas de su entorno, en aras a promover la cohesión
social, la prosperidad económica y la protección del medioambiente bajo
principios de equidad e inclusión; siendo estos mismos propósitos los ejes de
los nuevos paradigmas del desarrollo sostenible. Por lo anterior, adoptar el
modelo de RSU armonizado con los ODS le permitiría a la Universidad diseñar su
propio modelo de gestión, coherente con sus lineamientos, estándares, metas y
recursos institucionales, con el agregado de que su quehacer diario se gesta
bajo un marco común de desarrollo humano, social, ético y sostenible, lo que
amplía significativamente el impacto de su accionar en el territorio.
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[1] Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia,
Costa Rica, México, Perú y Uruguay.
[2] Cada ámbito de acción contempla tres metas,
así: gestión organizacional (meta 1 – clima laboral, meta 2 - campus ecológico, meta 3 – ética, transparencia e
inclusión), formación (meta 4 – aprendizaje basado en proyectos, meta 5 –
inclusión curricular de los ODS, meta 6
– mallas diseñadas con actores externos), cognición (meta 7 – inter y transdisciplinariedad, meta 8 – investigación en y con la
comunidad, meta 9 – Producción y difusión de conocimientos útiles),
participación social (meta 10 – integración de la proyección social con
formación e investigación, meta 11 – proyectos co-creados,
meta 12 – participación en agenda externa).
[3] Existen 5 niveles de logro por cada meta, según la
siguiente descripción: nivel 1 - no lo hemos contemplado todavía, nivel 2 - se
han desarrollado iniciativas aisladas, nivel 3 - existen esfuerzos sostenidos
para lograrlo, nivel 4 - la universidad ha institucionalizado el tema como
política y cuenta con algunos resultados, nivel 5: Nuestra política transversal
tiene impactos y resultados sistematizados.
[4] Según la calificación promedio obtenida, los
resultados se clasifican así: baja, entre 1,50 y 2,70; media-baja, entre 2,71 y
3,30; media-alta, entre 3,30 y 4,10; y alta, entre 4,11 y 5,00.
[5] Meta (3,35), Meta 2 (2,60), Meta 3 (3,32), Meta 4
(2,66), Meta 5 (2,18), Meta 6 (2,88), Meta 7 (3,06), Meta 8 (2,88), Meta 9
(2,82), Meta 10 (3,00), Meta 11 (2,75), Meta 12 (2,79).
[6] ODS 3 – salud y pobreza: investigación sobre
enfermedades y afecciones clave, apoyo para profesiones de atención médica y
salud de estudiantes y personal. ODS 4 – educación de calidad: contribución a
los primeros años de aprendizaje y de forma permanente, investigación pedagógica
y compromiso con la educación inclusiva. ODS 5 – igualdad de género:
investigación sobre estudios de género, políticas sobre igualdad de género y
compromiso y promoción de la contratación de mujeres. ODS 8 – trabajo decente y
crecimiento económico: investigación económica, prácticas de empleo y
participación de estudiantes en prácticas. ODS 9 – industria, innovación e infraestructura:
investigación sobre industria e innovación, número de patentes, spin-off, e ingresos de investigación derivados
de la industria. ODS 10 – reducción de las desigualdades: investigación sobre
desigualdades sociales, políticas de discriminación y compromiso para contratar
personal y estudiantes de grupos subrepresentados. ODS
11 – ciudades y comunidades sostenibles: investigación sobre sostenibilidad, rol
como protectores de las artes y el patrimonio, y enfoques internos de la
sostenibilidad. ODS 12 – producción y consumo responsables: investigación sobre
consumo responsable y enfoque del uso sostenible de los recursos. ODS 13 –
acción por el clima: investigación sobre cambio climático, uso de energía y medidas
para enfrentar las consecuencias del cambio climático. ODS 16 – paz, justicia e
instituciones sólidas: investigación sobre derecho y relaciones
internacionales, participación como asesores del gobierno y políticas sobre
libertad académica. ODS 17 – alianzas para lograr los objetivos: formas en que
las universidades apoyan los ODS a través de la colaboración con otros países,
la promoción de las mejores prácticas y la publicación de datos.
[7] Orientadas mayormente a conseguir un acceso
igualitario y una disminución disparidades de género y población vulnerable;
adquirir conocimientos para promover el desarrollo sostenible; construir y
adecuar instalaciones educativas; aumentar el número de becas para países en
desarrollo; aumentar la oferta de docentes calificados y mejorar la educación,
la sensibilización.
[8] Encaminadas en gran medida a aumentar la
investigación científica, el número de personas que trabajan en investigación y
los gastos de los sectores público y privado en investigación; mejorar la capacidad
tecnológica empresarial; fomentar la innovación; y aumentar el acceso a la
tecnología de la información, el internet y las comunicaciones y aumentar los
conocimientos científicos al tiempo que desarrollar la capacidad de
investigación y transferir tecnología marina.