Evaluación de la adopción BPA en fincas cafeteras de los municipios de Pitalito y Garzón, Huila con base en el análisis anual de costos productivos
Fernández, D. F., Restrepo, G. M.
los efectos indirectos es la reducción en los precios de
I. INTRODUCCIÓN
los alimentos para los compradores y consumidores, con
efectos positivos en el empleo y el mejoramiento de los
salarios rurales [5, p. 15].
“En el plano económico hay sin duda tres elementos clave
que preocupan de sobremanera a los caficultores de todo
el país: la productividad, los altos costos de producción y
la capacidad de vender más y a mejor precio” [1, p. 8].
En la década del 2000, los costos de producción fueron de
aproximadamente el 65 %, generando una utilidad cercana
al 35 %; es decir que el precio pagado al productor fue
de 74,96 centavos de dólar por libra, de los cuales 48,72
centavos de dólar se destinaban para suplir los costos
de producción e inversión cafetera [2]. Al analizar la
estructura de costos global, incluyendo la recolección,
fue evidente que la mano de obra en la cosecha y el
beneficio tuvieron una participaron del 60 % o más de los
costos de producción [3].
“La adopción de tecnologías generadas para el cultivo
del café depende, en gran medida de factores, como la
disponibilidad de recursos y el nivel de escolaridad de los
productores, lo cual, determina la importancia de analizar
las condiciones socioeconómicas en la estructuración de
los sistemas productivos de café” [6, p. 1].
El costo para producir una carga de 125 kilos de café
pergamino seco depende de cada región. Según el último
análisis realizado por la Gobernación del departamento
del Huila en el 2021, los costos para producir una carga
se encuentran en $936 750. Mientras que en el 2019, el
costo fue de $697 864. En solo un año cafetero, el margen
de diferencia fue de $238 886, con un margen de utilidad
que varía de acuerdo con el productor. Según esto, los
márgenes de utilidad de los agricultores estarían en alre-
dedor del 20 %, dado los altos costos en insumos y materia
prima [7].
Sin embargo, una de las principales problemáticas estruc-
turales del “sector cafetero colombiano es la escasez
de mano de obra para la recolección y su impacto sobre
los costos de producción” [4, p. 61]. En este sentido, la
adopción de tecnologías que pueden ahorrar el trabajo
de mano de obra y verse estimulada en regiones donde
hay escasez de esta. “Pero también, tecnologías que
demanden mayores cantidades de mano de obra o que
generen demandas estacionales, pueden ser menos
atractivas para aquellos que enfrentan limitación en la
disponibilidad de este recurso” [5, p. 65]. Los costos tanto
en mano de obra como en fertilización, beneficio y en
la administración de los procesos, actúan como barrera
principal para la adopción. Es así como, la distribución
de los costos en una finca grande, con más área, puede
ser una explicación de la asociación positiva observada
entre el tamaño de la finca y el acogimiento de estas tec-
nologías. Adicionalmente, el tamaño de la finca actúa como
una ventaja para otros indicadores socioeconómicos,
como el acceso al crédito para inversión en adopciones
tecnológicas y de características limpias [5, p. 64].
Es de destacar que la utilidad obtenida en un año cafe-
tero (12 meses calendario) influye en la inversión que el
caficultor realiza al siguiente año en temas como soste-
nibilidad productiva, adopción de nuevas tecnologías o
prácticas para la producción del café de su finca. A un
mayor margen de ganancias económicas, mayor es la
inversión en sostenibilidad y adopción de buenas prácticas
agrícolas. Sin embargo, en los últimos 15 años, los costos
de producción han aumentado en un 20 %, por lo cual es
necesario realizar un análisis actual sobre los niveles de
adopción de las buenas prácticas agrícolas (BPA) en las
fincas cafeteras con base en los costos actuales de esta-
blecimiento y sostenimiento. Los costos de producción
se componen de costos de establecimiento lo cual hacen
referencia a toda la inversión de germinadores, almácigos,
manejo de arvenses y renovaciones por siembras. Los
costos de sostenimiento vinculan las inversiones de ma-
nejo, recolección y control del cultivo [8].
En los últimos años, cuando la sostenibilidad económica
de los caficultores está en entredicho, poniendo en riego a
su vez la sostenibilidad ambiental y social de las regiones
más pobladas de nuestro país, el tema de la adopción de
buenas prácticas y de tecnologías toma un valor mucho
más importante y pertinente en la supervivencia de una
cultura socioeconómica de productores cafeteros, la cual
ha sido el símbolo de todo el país en los últimos tres siglos
y que se espera que continúe siéndolo en el futuro. Los
efectos directos de estas adopciones sobre la pobreza se
aprecian en el mejoramiento del bienestar familiar, el
incremento de la producción para consumo en el hogar,
los mayores ingresos brutos, la reducción en los costos de
producción, los menores riesgos en la producción agrícola,
obtención de productos inocuos y el mejor manejo de
los recursos naturales [5, p. 15]. Por otro lado, uno de
De acuerdo con lo anterior, es importante realizar un
estudio a nivel del caficultor, medir el progreso en tiempo
real a través de los costos de producción anual y comparar
esos resultados con la adopción voluntaria de buenas
prácticas agrícolas y ambientales en la producción de su
café, e incluso, en la producción de cafés especiales para
generar un valor agregado rentable mucho mayor [9].
La adopción de las nuevas tecnologías en la agricultura
requiere de estudios de ordenación de la población, nive-
les de impacto y adopción, lo que permite maximizar el
sistema de producción y conocer los verdaderos factores
que hoy afectan la adoptabilidad de estas [10, p. 56].
INVENTUM Nº 35 | ISSN 1909-2520 | eISSN 2590-8219 | DOI: 10.26620/UNIMINUTO.INVENTUM.18.35.2023.29-49 |
JULIO - DICIEMBRE 2023
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