Importancia del transporte de hidrocarburos y su realidad en Colombia
O. Castiblanco y D. J. Cárdenas
oleoductos onshore. Los oleoductos se construyen a partir
de tubos de acero o plástico con un diámetro interior de
30 a 120 cm, y se recomiendan construir sobre tierra y no
subterráneos. Sin embargo, en ciudades más desarrolladas
o zonas con vegetación delicada, suelen enterrarse a una
profundidad de un metro [38].
A raíz de lo anterior, se plantearon algunos cambios en
cuanto a la tecnología que deben tener los buques que
transportan crudo con el fin de minimizar daños, como los
buques de doble casco, un equipamiento de comunica-
ción efectivo y la prohibición del autopiloto para realizar
maniobras peligrosas [43]. También, se hallaron fallas en
los servicios de movilización de maquinaria y mano de
obra para mitigar los daños, por esto se hicieron mejoras
en planes de acción de las agencias de tuberías y mejoras
en planes de prevención de contención de derrames; al
igual, que nuevos métodos para el tratamiento de derra-
mes y biorremediación en contraposición de los trata-
mientos fisicoquímicos clásicos [44]. Un factor importante
a señalar en estos grandes incidentes es que las organi-
zaciones involucradas eran empresas grandes de la época
como Exxon Mobile, quien enfrentó cargos y múltiples
multas financieras [45].
C. Aspectos ambientales
Un aspecto importante para tener en cuenta durante el
transporte de hidrocarburos, tanto crudos como refinados,
es la posibilidad de accidentes que tengan implicaciones
en el medio ambiente. Debido al registro de accidentes en
el pasado, esta es una de las razones que ha impulsado el
avance tecnológico de los medios de transporte de hidro-
carburos. El derrame de petróleo más grande que ha
ocurrido fue la explosión del pozo Ixtoc-I en 1979, en
territorio marítimo mexicano, contando con un derrame
de 461 000 toneladas de crudo, y que no fue controlado en
su totalidad, sino hasta nueve meses después de ocurrido
el accidente [39].
D. Transporte de hidrocarburos en Colombia
En Colombia, alrededor del año de 1918, se encuentran
datos del primer descubrimiento de crudo en el campo
de La Cifra-Infantas en Barrancabermeja. No obstante,
las primeras referencias a crudo en Colombia datan de
los años de 1500, descritos como un pozo de betún a las
orillas del Río Magdalena [46]. Debido a la existencia
de estas fuentes de crudo, la industria del petróleo y
en un futuro del gas empezaron a tener un auge en la
economía colombiana. La extracción a gran escala en
Colombia inició a mediados del siglo XX, especialmente
en 1951, cuando se formó la empresa Ecopetrol a partir
de activos que dejó la Tropical Oil Company, empresa que
había extraído petróleo desde 1921. Ecopetrol adquirió
gran parte de las refinerías en los siguientes años, como
la de Barrancabermeja y Cartagena; y hasta la actualidad,
ha continuado presencia en procesos de perforación,
refinación y distribución de hidrocarburos a lo largo del
país [47].
Por otro lado, tras la primera guerra de Irak en 1991, se
derramaron cerca de 1,4 millones de toneladas de crudo
en el Golfo Pérsico, el derrame ocurrió en tierra y esto fue
un punto crucial, debido a que se tiene una mayor faci-
lidad para que el derrame pueda ser aislado y mitigar las
afectaciones medio ambientales. En un derrame offshore
el control del crudo es mucho más complicado y por
consiguiente el daño al ecosistema es mayor. En cuanto
a accidentes relacionados con medios de transporte, uno
de los más significativos y que afectó en gran medida al
ecosistema ocurrió en 1979, en un choque de buques,
en el cual se derramaron 287 000 toneladas de crudo a
mar abierto; pero a pesar de que la cantidad de crudo
derramado fue alarmante, hay otras características que
tienen mayor relevancia: la zona en la cual ocurre el
derrame, las condiciones climáticas, el tipo de crudo que
es derramado y el tiempo que tarde en controlarse el
derrame.
El primer oleoducto se inauguró en 1926 y conectó el campo
Infantas con los centros de acopio en Barrancabermeja,
mientras que la creación del primer oleoducto importante
a lo largo del país fue en 1986, cuando se estableció el
proyecto de construcción de un oleoducto entre Boyacá
y Sucre, dividiéndose para su construcción en dos
tramos distintos, y teniendo como punto intermedio el
departamento del Huila. Este oleoducto permitiría la
exportación de petróleo crudo de los campos localizados
en el Alto Magdalena, Magdalena Medio y los Llanos
Orientales [48].
Un ejemplo claro de esto es el accidente ocurrido en
Alaska en 1989, en donde se derramaron solo 37 000
toneladas de crudo al mar, pero debido a la locación del
accidente, este causó una gran y completa afectación del
ecosistema de esta región, matando especies de aves,
focas y ballenas. Allí, se ocasionaron daños a largo plazo
en el ecosistema del golfo de Alaska que hoy en día siguen
generando consecuencias en el medio ambiente [40].
El derrame de crudo en este accidente cubrió cerca de
1275 millas a lo largo de la costa, contaminándola en 757
segmentos; además, se generaron pérdidas económicas
en ámbitos como la pesca, cuya cifra está alrededor de 12
millones de dólares [41], [42], [43].
Actualmente, existen siete grandes oleoductos en Colombia
que conectan puntos de perforación con refinerías;
los más extensos son los de Caño Limón - Coveñas y el
oleoducto de Ocensa. En la figura 2, se pueden identificar
los principales oleoductos en Colombia [48].
INVENTUM Nº 34 | ISSN 1909-2520 | eISSN 2590-8219 | DOI: 10.26620/UNIMINUTO.INVENTUM.18.34.2023.79-89 |
ENERO - JUNIO 2023
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