El sentido de la eudemonía en la ética de Aristóteles
The meaning of eudemony in Aristotle’s ethics
O significado de eudemonia na ética de Aristóteles
1. Félix Fernando Dueñas Gaitán
1. Editor, Revista Inclusión y Desarrollo,
Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO,
felix.duenas@uniminuto.edu,
Bogotá, Colombia,
https://orcid.org/0000-0001-5314-804X
DOI del artículo: https://doi.org/10.26620/uniminuto.inclusion.10.1.2023.2
Aristóteles expone sus ideas en contraposición
a las de su maestro Platón. En vez de hablar
del mundo de las ideas, se empeña en
comprender este mundo, la naturaleza en que
vivimos diariamente.
Entre los aspectos que estudia, Aristóteles destaca
el papel de la felicidad. Él plantea que todo en la
naturaleza tiende hacia un fin —teleología—, y que
el del ser humano es la felicidad —eudemonía—.
Esta es entendida por el filósofo griego como una
actividad conforme a la virtud que no es individual sino
eminentemente social, pues él define al ser humano
como un ser social, en esencia.
La felicidad humana es el resultado del desarrollo
armonioso de todas nuestras facultades. Es la
realización plena del ser humano como individuo
y como miembro de una comunidad. Aristóteles
se aleja por completo de la idea de bien de Platón,
porque considera que el fin de la vida y de las acciones
humanas hay que buscarlo aquí, en lo que somos, y no
en el mundo de las ideas.
El bien es actuar de tal manera que alcancemos la
felicidad en la propia vida. Se elige la felicidad por
ella misma y no se puede confundir con el placer,
la inteligencia o el honor. La esencia de la felicidad aristotélica radica fundamentalmente en actuar
conforme a la virtud, es decir, actuar racionalmente;
la virtud, en tal caso, es un medio para alcanzar el fin
último, que es la felicidad. Claro está que el filósofo
no pretende de ninguna manera excluir los bienes
exteriores —como la salud y los honores—, los bienes
del cuerpo y los bienes del alma. El desarrollo del ser
humano debe ser, ante todo, armónico —fronesis—, esto
es, no dejarse llevar por los excesos
La facultad de razonar es la actividad más pura; el
placer de filosofar es el elemento primordial de la
felicidad. El filósofo es autártico con relación a los
demás hombres; por consiguiente, es feliz. La filosofía
es amada por sí misma, “pues nada se saca de ella
excepto la contemplación” (Aristóteles, 993, p. 15)
En este número están cordialmente invitados a leer a
nuestros autores quienes, desde su sabiduría, delinean
nuevas formas de compresión de la sociedad con el
objetivo de que cada ser humano alcance la felicidad.
Referencias Bibliográficas
Aristóteles. (1993). Ética nicomáquea. Gredos
Derechos
Artículo de investigación / Research Article / Artigo de pesquisa
Conflicto de intereses: Los autores han declarado que no existen intereses en competencia