Fecha de recepción: 18 de marzo de 2020
Fecha de aceptación: 30 de mayo de 2020
Fecha de publicación: 30 de junio de 2020
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Orejarena-Silva, H. (2020). Relación entre inteligencia emocional, estilos de aprendizaje y rendimiento académico en un grupo de estudiantes de psicología. Inclusión & Desarrollo, 7 (2), pp. 22-36
RESUMEN
Objetivo. Correlacionar la inteligencia emocional (IE), estilos de aprendizaje (EA) y rendimiento académico (RA) en estudiantes universitarios. Método. Enfoque cuantitativo, con alcance descriptivo, correlacional, diseño no experimental de corte transversal. La muestra estuvo constituida por 145 estudiantes con edades entre 20 y 30 años, de primero, segundo y tercer semestre, del programa de Psicología, adscritos a UNIMINUTO – Bucaramanga. Se utilizó el Cuestionario de Estilos de Aprendizaje de Honey y Alonso (CHAEA) para medir EA, el Trait-Meta Mood Scale-24 (TMMS-24) propuesto por Fernández-Berrocal, Extremera & Ramos (2004), para medir IE, y el reporte académico de estudiantes para el rendimiento académico.Resultados. Se observa una preferencia moderada en todos los EA, resaltando el estilo reflexivo con puntaje 14,18; un nivel de inteligencia emocional adecuado, con puntuaciones de 27,29 en percepción emocional, 29,58 en comprensión de sentimientos y uno de 31,38 en regulación emocional; no se hallaron relaciones estadísticamente significativas entre IE y RA, ni entre EA y RA; y finalmente, con respecto a el vínculo entre IE y EA se encontró correlación moderada y negativa entre el estilo reflexivo y la comprensión de sentimientos, con resultados p= 0,041 y r= ,305. Conclusión. Estos resultados indican la falta de relación entre las variables evaluadas, a excepción del estilo reflexivo y la comprensión de sentimientos (entre más alto es el primero, más bajo el segundo). En prospectiva, sería pertinente ampliar la muestra, con el fin de establecer un mayor análisis de las variables.
Palabras clave: inteligencia emocional, estilos de aprendizaje, rendimiento escolar, estudiantes universitarios, estudio correlacional.
ABSTRACT
Objective. Correlate emotional intelligence (EI), learning styles (LS) and academic performance (AP) in university students. Methodology. Quantitative approach, with descriptive, correlational, and non-experimental crosssectional design. The sample is constituted by 145 students with ages between 20 and 30 years, of first, second and third semester, of the Psychology program, assigned to UNIMINUTO Bucaramanga headquarters, selected for convenience. The Learning Styles Questionnaire of Honey and Alonso (CHAEA) was used to measure EA, the Trait-Meta Mood Scale-24 (TMMS-24) proposed by Fernández-Berrocal, Extremera & Ramos (2004), to measure IE, and the academic report of students. Results. A moderate preference is observed in all LS, highlighting that reflective style had the highest score: 14,8; an appropriate level of emotional intelligence in the participants with average scores of 27,29 in emotional perception, 29,59 in feelings understanding, and 31,38 in emotional regulation; no statistically significant between EI and AP, nor between LS and AP; and finally, about the link between EI and LS, was only found moderate and negative correlation between the reflective style and the feelings understanding, considering p= 0,041 y r= ,305. Conclusion. These results indicate no relationship between the evaluated variables, except for the reflective style and feelings understanding (as higher the first, lower the second). Foresight, it would be appropriate to include more participants, in order to establish a more complete analysis of the variables.
Keywords: emotional intelligence, learning styles, school performance, university students, correlational study.
SUMÁRIO
Objetivo. Correlacionar inteligência emocional (IE), estilos de aprendizagem (EA) e desempenho acadêmico (AR) em estudantes universitários. Método. Abordagem quantitativa, com escopo descritivo, correlacional, desenho transversal não experimental. A amostra foi composta por 145 alunos entre 20 e 30 anos, no primeiro, segundo e terceiro semestres do programa de Psicologia, matriculados na UNIMINUTO Bucaramanga. O Questionário de Estilos de Aprendizagem Honey e Alonso (CHAEA) foi utilizado para medir a EA, a Trait-Meta Mood Scale-24 (TMMS-24) proposta por Fernández-Berrocal, Extremera & Ramos (2004), para medir o IE, e o relatório acadêmico dos alunos para desempenho acadêmico.Resultados. Observa-se preferência moderada em todos os EA, destacando o estilo reflexivo com pontuação de 14,18; um nível adequado de inteligência emocional, com pontuação de 27,29 na percepção emocional, 29,58 na compreensão dos sentimentos e um dos 31,38 na regulação emocional; não foram encontradas relações estatisticamente significantes entre IE e AR, nem entre EA e RA; e, finalmente, no que se refere ao vínculo entre EI e AE, foi encontrada uma correlação moderada e negativa entre o estilo reflexivo e a compreensão dos sentimentos, com resultados p = 0,041 er = , 305. Conclusão. Esses resultados indicam a falta de relação entre as variáveis avaliadas, exceto o estilo reflexivo e a compreensão dos sentimentos (quanto maior o primeiro, menor o último). Em perspectiva, seria pertinente expandir a amostra, a fim de estabelecer uma maior análise das variáveis.
Palavras chave: inteligência emocional, estilos de aprendizagem, desempenho escolar, estudantes universitários, estudo correlacional.
Durante los primeros semestres de la vida universitaria, se establece un periodo de adaptación relacionado con los nuevos retos que plantea la educación superior. Las responsabilidades académicas en el transcurso de los ciclos educativos generan presiones que afectan las dinámicas de aprendizaje y rendimiento académico. La inteligencia emocional es necesaria al establecer el plan de estudio personal; siendo significativa para alcanzar el éxito académico, laboral y cotidiano (Goleman, 1998). Asimismo, Fernández y Ruiz (2008), afirman que el déficit en habilidades de inteligencia emocional afecta el rendimiento académico, el bienestar y equilibrio emocional.
Por otra parte, el desempeño académico en estudiantes universitarios, guarda relación con los estilos de aprendizaje, los cuales inciden en la adaptación a la educación superior, y apuntan a optimizar los procesos educativos de acuerdo a las necesidades y el contexto. Al respecto, Guerrero (2014) afirma que los estudiantes aprenden de formas diversas, razón por la cual, detectarlas contribuye a la creación de ambientes y estrategias didácticas, que dinamizan el aprendizaje.
Establecer la relación entre la inteligencia emocional, los estilos de aprendizaje y el rendimiento académico, brinda un mayor entendimiento y aproximación a la realidad educativa, contribuyendo a la cualificación de procesos de enseñanza – aprendizaje, a través de metodologías integrales que tengan en cuenta elementos asociados al manejo adaptativo de las emociones y la utilización adecuada y contextualizada de destrezas para aprender.
De acuerdo a lo presentado surge el interés en indagar: ¿Qué relación existe entre la inteligencia emocional, los estilos de aprendizaje y el rendimiento académico en estudiantes de primero a tercer semestre, del programa de Psicología, adscritos a la Corporación Universitaria Minuto de Dios?
En coherencia con la pregunta de investigación se propone como objetivo general establecer la correlación entre inteligencia emocional, estilos de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes de primero a tercer semestre, del programa de Psicología, adscritos a la Corporación Universitaria Minuto de Dios.
Por su parte, Montes y Lerner (2010), refieren que existen tres perspectivas, para poder entender el RA: a) Como un producto con expresiones e interpretaciones cuantitativas. b) Como un juicio de evaluación que puede ser cuantificado o no. c) Como un conjunto, entendiendo el rendimiento como proceso y resultado. De igual forma, Edel (como se citó Ojeda, & Herrera, 2013, p.165) afirma que el rendimiento académico puede ser comprendido como la evaluación del conocimiento obtenido por los estudiantes y a través del cual son evaluadas sus capacidades y aprendizajes adquiridos durante el proceso formativo.
Tonconi (2010), indica que el RA es el nivel de saberes en un área o asignatura, demostrado a partir de indicadores cuantitativos, comúnmente plasmados con calificaciones numéricas. Tal como plantea Erazo (2011) el RA se evidencia en las calificaciones y promedios académicos, para establecer objetividad. A su vez, las calificaciones alcanzadas, son indicadores que acreditan los logros obtenidos, y son precisos y accesibles, si se tiene en cuenta que reflejan los diversos elementos del aprendizaje, incluyendo aspectos personales, académicos y sociales (Rodríguez, Fita y Torrado, 2004).
Según, Garbanzo (2007) las calificaciones cuantitativas son determinadas por las universidades, quienes establecen sus propios criterios de valoración, acorde con las asignaturas, el número de créditos y las calificaciones obtenidas. Desde otro punto de vista, Reyes (2003) y Díaz (1995), resaltan el rendimiento académico como un proceso que involucra las aptitudes del alumno a partir de calificaciones planteadas de forma cualitativa.
Jiménez (2000), refiere que el rendimiento académico es un sistema que mide logros a partir de la ejecución de estrategias de evaluación cualitativa y cuantitativa. De igual forma, Montes y Lerner (2010), destacan que la relación enseñanza – aprendizaje, favorece la obtención de un nivel de desempeño y logros académicos durante el desarrollo de un periodo que se plasma en una calificación general, en la cual inciden diferentes factores biológicos, psicosociales, familiares, vivencias de aprendizaje y calidad educativa.
Por su parte, Montero, Sepúlveda, y Contreras (2011) hallaron en estudiantes que aprobaron todas las materias, una preferencia moderada por la totalidad de los estilos de aprendizaje, a excepción del estilo teórico, cuya tendencia fue mayor. En cuanto a los estudiantes reprobados, predominaron los estilos pragmático y activo.
Finalmente, Sepúlveda, López, Torres y Luengo (2011) constataron que los estudiantes de Química y Farmacia con mejor rendimiento, tienden hacia el estilo pragmático, que los estudiantes de Medicina Veterinaria. Por otro lado, las participantes de género femenino obtuvieron un mejor rendimiento y un mayor equilibrio en la distribución de sus estilos de aprendizaje al interior de un mismo programa académico y entre los diferentes programas.
Diseño: estudio transversal, con diseño no experimental y alcance descriptivo correlacional. No existe manipulación de las variables independientes ni aleatorización de la muestra. Se investiga la relación entre las variables cuantitativas: inteligencia emocional, estrategias de aprendizaje y rendimiento académico describiendo las relaciones entre las variables en un momento específico (Hernández, Fernández & Baptista, 2014).
Participantes: la muestra se encuentra conformada por 145 estudiantes, de los cuales 100 son de género femenino y 45 del masculino, con edades entre 20 y 30 años y edad media de 25 años, cursan primero, segundo y tercer semestre, del programa de Psicología, adscritos a la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Uniminuto) – sede Bucaramanga. Mantienen un promedio de calificaciones de 4.169. Criterios de inclusión tenidos en cuenta: participar voluntariamente, ser estudiante activo en los semestres 1, 2,3, contar con edades entre 20 y 30 años. Se excluyeron aquellos que presentaban edades inferiores o superiores al rango establecido.
Instrumentos: Inteligencia Emocional (IE): se utilizó el Trait-Meta Mood Scale-24 (TMMS-24) (Fernández-Berrocal, Extremera & Ramos, 2004). La prueba maneja una escala de Likert, y mide tres dimensiones destacadas de la IE con 8 ítems cada una de ellas: Percepción Emocional, Comprensión deSentimientosyRegulaciónEmocional.Encuanto a la fiabilidad, el Alfa de Cronbach para la primera dimensión es de 0,90; la segunda es de 0,90, y la tercera es de 0,86. Estilos de Aprendizaje (EA): Se utilizó el Cuestionario de Estilos de Aprendizaje de Honey y Alonso (CHAEA). El cuestionario consta de 80 afirmaciones fraccionadas en cuatro componentes de veinte ítems que corresponden a los cuatro estilos de aprendizaje (activo, reflexivo, teórico y pragmático). Los índices de confiabilidad (Alfa de Cronbach) para cada uno de los estilos son: activo, 0.6272; reflexivo; 0.7275; teórico, 0.6584 y pragmático, 0.5884. Rendimiento
académico (RA): para evaluar esta variable, se tuvo en cuenta la visión cuantitativa. De esta manera, se utilizó el promedio de calificaciones del segundo semestre de 2017. La escala de calificaciones va de cero (0) a cinco (5). De acuerdo a la Corporación Universitaria Minuto de Dios (2014) en su reglamento estudiantil, establece el siguiente nivel de calificaciones: reprobado (0 – 2.9), aceptable (3.0 – 3.6), notable (3.7 – 4.3), sobresaliente (4.4 – 4.7), y excelente (4.8 – 5.0).
Procedimiento: Fase 1: Se socializa el proyecto y se solicita el permiso a la Universidad para aplicar los instrumentos. Fase 2: Se selecciona a los estudiantes de primero, segundo y tercer semestre del programa de Psicología (sede Bucaramanga) con edades entre 20 y 30 años. A partir del establecimiento de la muestra de 145 estudiantes, se aplicó de forma grupal el TMMS – 24 y el CHAEA, después del horario de clases, en una sesión de aproximadamente 60 minutos. Además, se explicaron las generalidades del estudio y se firmó un consentimiento informado. Fase 3: Se registraron las puntuaciones en una base de datos Excel, junto con el promedio de calificaciones de los estudiantes. Fase 4: Análisis estadístico con el programa SPSS. Se aplicaron estadísticos descriptivos y de correlación de Pearson a las variables del estudio.
Como se observa, en la tabla 1. Los estudiantes presentan un nivel de inteligencia emocional adecuada, con un puntaje promedio en percepción emocional de 27,29 y 29,58 en comprensión de sentimientos; en cuanto a regulación emocional
31,38. Con respecto a estilos de aprendizaje se evidencia una preferencia moderada en todos los estilos de aprendizaje. Sin embargo, los de mayor puntaje promedio fueron los estilos reflexivos con 14,18 y teórico con 12,58, y los de menor puntaje fueron los estilos pragmáticos con 11,24 y activo con 10,47. Finalmente, con relación al rendimiento académico, se muestra un nivel notable, teniendo en cuenta un promedio de calificaciones de 4.169.
Tabla 1. Nivel de inteligencia emocional, estilos de aprendizaje y rendimiento académico
En cuanto a los resultados obtenidos frente a la relación entre inteligencia emocional y rendimiento académico, no se encontró una relación estadísticamente significativa entre los componentes de la inteligencia emocional y el rendimiento académico, ya que se obtuvo una correlación de Pearson muy baja en percepción 0.127, comprensión 0.163 y regulación 0.025.
Por otra parte, en la Tabla 2, los hallazgos obtenidos de la relación entre estilos de aprendizaje y rendimiento académico demuestran que no existe relación estadísticamente significativa entre estos.
Tabla 2. Relación entre estilos de aprendizaje y rendimiento académico
En cuanto a la relación entre inteligencia emocional yestilosdeaprendizaje,seevidenciaenlaTabla3que existe relación estadísticamente moderada entre el estilo reflexivo y la comprensión de sentimientos, teniendo en cuenta que la significatividad es de p= 0,041 y existe una correlación negativa de r= ,305. De forma que cuando es mayor preferencia por el estilo reflexivo, menor nivel de comprensión de sentimientos. Con respecto a los demás estilos de aprendizaje y componentes de la inteligencia emocional evaluados, no se presenta una relación estadísticamente significativa.
Tabla 3. Relación entre inteligencia emocional y estilos de aprendizaje
De acuerdo a los resultados, la muestra de estudiantes universitarios presenta un nivel de inteligencia emocional levemente por encima del promedio, en los componentes: percepción emocional, comprensión de sentimientos y regulación emocional. Asimismo, con relación al rendimiento académico, se evidenció que el promedio de calificaciones es notable. Al respecto, Mestre et al. (2006), plantean que los alumnos con una facultad alta para la identificación, comprensión y regulación de sus emociones, permite que se adapten mejor socialmente y gocen de una mayor estabilidad emocional, teniendo en cuenta que las habilidades sociales se han relacionado de forma positiva con la calidad de la interacción social, el comportamiento prosocial y el rendimiento académico. De igual forma, Salguero et al. (2015) sugieren que comprender la influencia de la IE favorece el proceso de ajuste psicológico y social, lo cual supone la apertura hacia la prevención y tratamiento de las diversas dificultades emocionales y sociales que pueden llegar a experimentarse durante la vida universitaria.
En relación a los estilos de aprendizaje, los resultados muestran que existe una preferencia moderada en todos los estilos. Con relación a lo mencionado, Camarero, Martín y Herrero (2000), encontraron que los estudiantes de humanidades utilizan más estrategias de aprendizaje en relación con otras facultades. Sin embargo, a pesar de la similitud de los puntajes, se destaca moderadamente el estilo reflexivo y posteriormente el teórico, sobre el activo y pragmático. En esa misma línea, tras la aplicación del CHAEA a estudiantes de Psicología, Esguerra y Guerrero (2010) hallaron en los resultados una utilización más destacada del estilo reflexivo y un menor uso del estilo pragmático.
Con respecto a la relación que existe entre inteligencia emocional y rendimiento académico, los resultados arrojaron que no hay relación estadísticamente significativa entre las dos variables.Loanteriorconcuerdaconlainvestigación de Bastian, Burns y Nettelbeck (2005), quienes no hallan asociación entre inteligencia emocional y logro académico en alumnos de universidad. Sin embargo, los resultados difieren en primer lugar, de los hallazgos obtenidos por Lam y Kirby (2002), quienes establecieron que la inteligencia emocional, especialmente la regulación, influye en el sentido, que los alumnos con puntuaciones más elevadas, muestran la tendencia a presentar mejores notas en las diferentes asignaturas. Y en un estudio más reciente, Ocampo et al. (2018) encontraron correlaciones positivas y significativas entre percepción, comprensión y autorregulación emocional, con el rendimiento académico, utilizando el Trait-Meta Mood Scale-24 (TMMS 24).
Frente a la relación que existe entre estilos de aprendizaje y rendimiento académico, no se halló una relación estadísticamente en dichas variables.
Lo anterior se asemeja a lo encontrado por Caballero, Norambuena, Gálvez y Salamé (2015) frente a la escasa relación entre desempeño académico y estilos de aprendizaje en una muestra de estudiantes de Trabajo Social. Estos resultados discrepan de algunos estudios similares. Por ejemplo, Ruiz, Trillos y Morales (2006), encontraron una correlación positiva y significativa entre los estilos teórico y reflexivo, y el desempeño académico. De igual forma Manzano e Hidalgo (2009), demostraron que los estilos pragmático y reflexivo inciden en el desempeño académico del segundo idioma. Esguerra y Guerrero (2010) también hallaron un vínculo significativo entre estilos de aprendizaje y rendimiento académico.
En cuanto a la relación que existe entre inteligencia emocional y estilos de aprendizaje. La hipótesis apuntaba a encontrar una relación positiva y significativa entre inteligencia emocional y ciertos estilos de aprendizaje. Sin embargo, los resultados arrojaron que únicamente el estilo reflexivo presenta una correlación significativa negativa, con el componente de inteligencia emocional asociado a comprensión, lo cual podría indicar que los participantes con mayor utilización de dicho estilo presentan menor capacidad para comprender sentimientos. Lo anterior podría explicarse con la tendencia racional marcada del reflexivo, que destaca su alta capacidad analítica, su actitud prudente y su distancia con matices emocionales. Esto último, iría en contravía de la comprensión de sentimientos, donde cobra gran importancia el contacto con la vida emocional y su integración con los pensamientos. Con relación a los demás estilos de aprendizaje y elementos de inteligencia emocional, no se hallaron relaciones estadísticamente significativas. En esta línea, se resalta que son pocos los estudios que apuntan a correlacionar las dos variables mencionadas en población universitaria.
La muestra de estudiantes universitarios de la facultad de Psicología, adscritos a Uniminuto, presentan un nivel de inteligencia emocional levemente superior al promedio, teniendo en cuenta los resultados de las dimensiones evaluadas, y una utilización moderada de todos los estilos de aprendizaje, resaltando sutilmente el uso del estilo reflexivo. En ese sentido hay una tendencia a presentar de forma equilibrada la percepción emocional, la comprensión de sentimientos y la regulación emocional, así como los estilos pragmático, activo, reflexivo y teórico.
Frente al vínculo entre inteligencia emocional y estilos de aprendizaje, únicamente se encontró relación moderada entre el estilo reflexivo y la comprensión de sentimientos, a partir de una correlación negativa que señalaría que entre más predomine el primero, menor capacidad en el segundo. En ese sentido, el resultado sugiere que entre más se tienda a establecer una postura analítica en el aprendizaje, mejor capacidad de entender componentes emocionales a nivel intra e interpersonales.
Finalmente, la inteligencia emocional y los estilos de aprendizaje no se relacionaron con el rendimiento académico, teniendo en cuenta la escasa correlación y significatividad estadística. Lo anterior difiere de diversas investigaciones que relacionan dichas variables. Esto sugiere la necesidad de continuar generando estudios que permitan establecer asociaciones contundentes, que contribuyan al establecimiento de intervenciones que recaigan sobre el fortalecimiento emocional y académico.
Reconocimientos: A la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Bucaramanga (Colombia), por su apoyo durante el proceso de ejecución y recolección de información.
Financiamiento: Artículo derivado del proyecto análisis de la relación entre inteligencia emocional, estilos de aprendizaje y rendimiento académico en un grupo de estudiantes de psicología, vinculado al semillero de investigación en psicología Artífices de Huellas, adscrito al programa de Psicología.
Disponibilidad de datos y materiales: para acceder a los datos de la investigación pueden contactarse con el autor Héctor Andrés Orejarena Silva al correo horejarenas@uniminuto.edu.co
Aprobación ética y consentimiento de los participantes: la presente investigación es catalogada como de riesgo mínimo para los participantes.Asímismo,seprotegelaprivacidaddel individuo sujeto de investigación, identificándose sólo cuando los resultados lo requieran y éste lo autorice, de acuerdo a esto los datos obtenidos en la investigación serán analizados de forma general sin tener en cuenta la identidad de cada individuo (Resolución 008430, 1993).
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