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Revista Inclusión y Desarrollo No. 11 pp. 23-33, Enero-Junio 2024 , eISSN: 2590-7700 -- ISSN: 2389-7341

El museo antropológico: una experiencia entre sujetos históricamente excluidos y sus percepciones

The Anthropological Museum: an experience between historically excluded subjects and their perceptions

O museu antropológico: uma experiência entre sujeitos historicamente excluídos e suas percepções

1. Germán Andrés Santofimio Rojas

1. Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad del Tolima (Ibagué, Colombia), candidato a MSc en antropología. german.santofimio1@gmail.com
Recibido: 13 de agosto de 2017 Aceptado: 10 de septiembre de 2017
Para citar este artículo | To cite this article | Para citar este artigo:
Santofimio-Rojas, G. (2017). El museo antropológico: una experiencia entre sujetos históricamente excluidos y sus percepciones. Revista Inclusión & Desarrollo, 5 (1), 73-85.

Resumen

El siguiente artículo de investigación recopila las experiencias directas de las personas en condición de discapacidad sensorial de dos colegios públicos de la ciudad de Ibagué, Tolima, con el fin de conocer el nivel de percepción e identificación de las técnicas de decoración prehispánica de la cultura Tolima, concibiendo de esta manera el Museo Antropológico de la Universidad del Tolima como un recurso educativo; para ello, fue vital el reconocimiento de algunas técnicas de elaboración, diseño y decoración de las piezas cerámicas, así como de algunos materiales líticos y orfebres, para lo cual se seleccionaron algunos fragmentos y piezas cerámicas que fueron reproducidas y dispuestas al alcance de quienes visitan el museo.

Palabras Claves: percepción, museo antropológico, sujetos históricamente excluidos, inclusión.


Abstract

This research paper compiles the direct experiences of people with sensory disability status in two public schools in the city of Ibagué-Tolima. In order to know the level of perception and identification of the pre-Hispanic decoration techniques of Tolima Culture. Thus, the Anthropological Museum of the University of Tolima is conceived as an educational resource. This is the reason why it was vital the recognition of some techniques of elaboration, design and decoration of ceramic pieces, as well as some lithic and goldsmith materials. Then, some fragments were selected, ceramic pieces that were reproduced and made available to those who visit the museum.

Keywords: perception, anthropological museum, subjects historically excluded, inclusion.


Resumo

Este artigo de pesquisa compila as experiências diretas de pessoas com deficiência sensorial em duas escolas públicas da cidade de Ibagué-Tolima. Com o objetivo de conhecer o nível de percepção e identificação das técnicas de decoração pré-hispânica da cultura Tolima. Assim, o Museu Antropológico da Universidade do Tolima é concebido como um recurso educacional. Por essa razão, foi essencial reconhecer algumas técnicas de elaboração, design e decoração de peças cerâmicas, bem como alguns materiais líticos e de ourivesaria. Para isso, selecionaram-se alguns fragmentos e peças cerâmicas que foram reproduzidas e colocadas ao alcance daqueles que visitam o museu.

Palavras-chave: percepção, museu antropológico, sujeitos historicamente excluídos, inclusão.





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DOI del artículo: https://doi.org/10.26620/uniminuto.inclusion.5.1.2018.73-85

Introducción

Aproximación al concepto de percepción

La percepción se ha estudiado desde la psicología y otras disciplinas sociales; su conceptualización y comprensión ha tenido un trayecto en el que se evidencian las transformaciones conceptuales de las que ha sido objeto, a medida que avanzan los estudios en relación con la apropiación de la realidad por parte de las personas. Sin embargo, y teniendo en cuenta que ese no es el objeto de estudio en este artículo, solo se hará una referencia tangencial a este proceso, para centrar la atención únicamente en la percepción social a propósito de cómo los jóvenes en condición de discapacidad sensorial perciben los museos.

En este orden de ideas, la percepción adquiere una significación diferente de acuerdo con el área del conocimiento que la estudie. La psicología de la Gestalt consideró que no se trata de una actividad pasiva y que la mente no es una hoja en blanco (Oviedo, 2004, p. 90). Así, la importancia del estudio realizado por la Gestalt a comienzos del siglo XX, reside en que:

(…) Realizó una revolución copernicana en psicología al plantear la percepción como el proceso inicial de la actividad mental y no un derivado cerebral de estados sensoriales. (…) Consideró la percepción como un estado subjetivo, a través del cual se realiza una abstracción del mundo externo o de hechos relevantes (Oviedo, 2004, p. 89).

Fue así como la percepción dejó de ser considerada como un proceso casual de carácter fisiológico para convertirse en una elaboración mental subjetiva teniendo en cuenta las mediaciones del entorno.

En esta línea, la percepción se entiende como ese proceso de interpretación entre los conocimientos previos del individuo y los aportes del medio, desarrollados al interactuar con un cuerpo, pensamiento e imaginario. No está demás afirmar que la creación de representaciones perceptuales forma parte de lo cotidiano y están mediadas por el contexto; sin embargo, no se llamarían percepciones si no estuvieran cargadas de sentidos y representaciones significativas. En otras palabras, la percepción se entiende como el ‘(…) entrelazamiento relacional –relational intertwining– entre el cuerpo, los otros y el mundo’ (Sabido, 2016, p. 69); en este sentido, lo biológico no se aleja de los aspectos interaccionistas de la sociedad.

En relación con la interpretación del medio y teniendo en cuenta las imágenes mentales del espacio, Capel (1973) expone que “el papel decisivo de la percepción humana en la formación de una imagen del medio real (…) es el que influye directamente sobre su comportamiento” (p. 58), permitiendo que las personas actúen por decisión en relación con las imágenes que forman del medio.

En concordancia con Capel y siguiendo a Crossley (1995), la percepción es sensorial y cognitiva, pues es un proceso continuo de aprendizaje de las personas, expresado en las experiencias significativas que le aporta el medio-contexto. En consecuencia, la cognición y la sensación representan un proceso perceptual, manifiesto a la hora de sentir, imaginar, asociar, recordar y significar actividades desarrolladas en el espacio. Así pues, la percepción debe ser “(…) entendida no como un simple proceso mediador en la transmisión de la información, sino como un proceso complejo interactivo” (Capel, 1973, p. 66) que involucra el medio, la cultura, el ambiente y los imaginarios.

En ese orden de ideas, Sabido (2017) indica que la construcción de la percepción en sistemas colectivos se desarrolla por medio de la experiencia social y culturalmente construida. De este modo, las investigaciones sobre lo sensorial tienen como objeto de estudio los sentidos a través de los cuales se pueden percibir; no obstante, no solo enumera los sentidos convencionales, sino que integra lo que Bull et al. (citado por Sabido, 2016, p. 6) considera “aparato perceptual”, lo que se podría traducir en experiencias, sensaciones, actividades, actitudes y significados en el espacio.

Tabla 1. Características generales de la población objeto de estudio

Discapacidad Hombres Mujeres
Visual* 10 6
Auditiva** 14 11
TOTAL 24 17
Nota: *Estudiantes Escuela Normal Nacional de Ibagué, **Estudiantes Institución Educativa Niño Jesús de Praga.

En términos de aprendizaje, Le Breton (2007) argumenta que las percepciones sensoriales producen sentido al ordenar y categorizar los pensamientos propios del individuo; por tanto, estas adquieren significado cuando el ser humano se ve enfrentado a situaciones de la vida cotidiana, esquemas de enseñanza de pares, lugares de agrado –topofilias– o, incluso, desagradables –topofobias–. Además de ello, las percepciones también pueden ser adquiridas a través de otras interacciones sociales u otros sistemas de aprendizaje, en pocas palabras, actividades sociales de contexto.

Teniendo en cuenta lo anterior, se plantea entonces que la percepción no solo es cognición y sensación, en la medida en que el proceso de aprendizaje implica dar significado y sentido a lo que se interioriza (Vannini & Gottschalk, 2012). Entonces, “si las percepciones sensoriales producen sentido (...) con referencias familiares –sociales o culturales–, es porque se ordenan en categorías de pensamiento propias de la manera en la que el individuo singular se las arregla con lo que ha aprendido de sus pares” (Le Breton, 2007, p. 24) y de los escenarios donde interactúa.

Por otra parte, la representación de la percepción formal a través del contenido significativo del aprendizaje se atribuye a la expresión de lo percibido a través de su naturaleza elemental y fácil comprensión (Panofsky, 1998), lo cual se logra a través de la experiencia práctica en lo cotidiano, correlacionando e identificando los cambios entre acciones y acontecimientos; esto permite que el ser humano experimente procesos de interpretación del medio y no una simple identificación mecánica, la cual se ha asumido como una forma de explicación de la percepción.

Finalmente, es importante comprender que la percepción se construye y se resignifica de manera individual y colectiva a través del aprendizaje. Es por ello que las percepciones individuales se ven condicionadas o sugeridas por criterios colectivos; dichas representaciones perceptuales son atribuidas a las actividades sociales (Gurvitch, 1964). Desde esta perspectiva, las representaciones de lo percibido adquieren un carácter más simbólico desde la colectividad, puesto que los medios en que se manifiestan las sociedades “son del dominio de lo percibido; toda modificación en la percepción de las extensiones modifica el medio tanto como ella misma es modificada por él” (Gurvitch, 1964, p. 643).


Metodología

El presente trabajo obedece a una metodología cualitativa; concretamente, a un enfoque de investigación-acción educativa, que parte, en general, de un grupo de estudiantes en condición de discapacidad sensorial. En primer lugar, esta investigación se justificó a través del desarrollo de un diagnóstico sobre el problema de la falta de inclusión de las personas con discapacidad visual o auditiva.

Con el fin de conocer las percepciones de estas personas en condición de discapacidad sensorial se llevaron a cabo dos acciones. Inicialmente, antes de la visita al Museo Antropológico de la Universidad del Tolima, se desarrolló un trabajo de campo exploratorio con la población seleccionada, a través del cual se valoraron las percepciones y nociones de las personas en condición de discapacidad sensorial sobre las culturas prehispánicas en la región del Tolima, y sobre el museo como institución cultural y su importancia en los procesos de enseñanza de la historia regional y local.

Posterior a ello, se elaboró una entrevista semiestructurada como herramienta de recolección de datos, a través de la cual se procedió a la identificación de experiencias en museos y otras instituciones de carácter cultural. No está de más aclarar que estas se desarrollaron bajo un consentimiento informado, firmado por los padres de los estudiantes teniendo en cuenta que se trataba de menores de edad, que el Estado colombiano reglamenta para estos efectos.

Tabla 2. Características generales de la población objeto de estudio por edad

EDAD Discapacidad visual Discapacidad auditiva
Hombres Mujeres Hombres Mujeres
10-14 3 0 4 3
15-19 7 6 10 8
TOTAL 10 6 14 11

Las estrategias utilizadas para registrar la información de las entrevistas consistieron en tomar notas durante su desarrollo, complementarlas y detallarlas inmediatamente después y registrar la entrevista en una grabadora y en un archivo fotográfico. Posteriormente, se analizaron e identificaron los conceptos concordantes y distantes, lo que permitió categorizar la información y los datos obtenidos. En este análisis, inicialmente se abordaron las categorías de la historia regional del Tolima, el museo como institución cultural y la enseñanza de la historia regional y local.


Caracterización de la población

De acuerdo con el último censo realizado por el Departamento Nacional de Planeación –DNP y el Programa Nacional de Desarrollo Humano –PNDH en 2009, en la ciudad de Ibagué, Tolima, viven alrededor de 48 570 personas en condición de discapacidad sensorial; de estas tan solo 251 están escolarizadas en las instituciones Niño Jesús de Praga y Escuela Normal Nacional de Ibagué (ver tablas 1 y 2). Un gran porcentaje de ellas pertenece a los estratos socioeconómicos 1 y 2, lo que disminuye sus oportunidades de acceso a los servicios de salud, educación y empleo (Hurtado, 2009). En efecto, es importante pensar en nuevas prácticas inclusivas desde otros escenarios, a fin de mejorar su accesibilidad a las instituciones culturales.

La muestra estuvo integrada por 41 estudiantes en condición de discapacidad sensorial, cuyas edades oscilaban entre 12 y 19 años, matriculados entre los grados 6º y 11º en las instituciones educativas Niño Jesús de Praga y Escuela Normal Nacional de Ibagué. De la población seleccionada, 16 son invidentes y 25 sordos.


Resultados

Percepción de estudiantes en condición de discapacidad sensorial sobre los museos y los grupos indígenas prehispánicos

Con el propósito de presentar una propuesta inclusiva a personas en condición de discapacidad sensorial, se decidió inicialmente realizar una encuesta a estudiantes de las instituciones educativas que presentan el mayor número de jóvenes con limitaciones visuales y auditivas, a fin de conocer la percepción que tienen de los museos y, en particular, de los museos arqueológicos.

Los resultados arrojaron que los estudiantes en condición de discapacidad sensorial presentan desconocimiento de conceptos relacionados con los asentamientos de las culturas prehispánicas. Es pertinente aclarar que esto no se debe precisamente a su condición de discapacidad; pueden influir otras variables, como el poco o nulo acceso que tienen a las instituciones culturales (museos).

Dadas las bajas expectativas sobre el acceso de las personas en condición de discapacidad, solo hasta hace muy poco tiempo quienes están involucrados con la gestión de los museos han empezado a reflexionar y proponer algunas medidas que permitan el acceso a todas las personas, sin ningún tipo de distingo, a las colecciones. Sin embargo, la tarea no ha sido fácil, porque cada vez que se pensaba en la inclusión de los ciudadanos con discapacidad sensorial, las propuestas eran formuladas por personas videntes y oyentes que, aun con las mejores intenciones, no llenaban todas las expectativas.

Figura 1.
Figura 1. Percepción sobre el museo actual

No obstante, esta experiencia llevó a que se evaluara el trabajo propuesto y a reconocer que es indispensable vincular a estas personas en la formulación de propuestas de inclusión, pues son ellas quienes tienen la necesidad y, en este sentido, pueden sugerir algunas iniciativas que contribuyan a mejorar los servicios museísticos.

A propósito, vale la pena citar a Colmenares (2011):

Ahora pensemos en la ausencia de vista. Pensemos en un ciego ubicado tras el cristal de una vitrina de exhibiciones o separado de los objetos por una barrera de seguridad. El caso del Museo del Oro, en Bogotá, Colombia, es quizás aún más dramático: sus visitantes buscan sorprenderse ante el brillo de objetos prehispánicos elaborados en el metal que, al poseer en nuestra época un valor económico, los hace deslumbrar como lo hubieran hecho en el pasado ante los ojos del explorador español que se había aventurado en las tierras americanas en busca de fortuna. ¿Qué sentido tiene visitar un museo si no es posible ver lo allí expuesto? (p. 27).

Entonces, considerando la importancia de los museos –en este caso del Museo Antropológico– en la enseñanza de la historia regional y apropiando lo expuesto por Vasconcellos (2008), quien le atribuye a los museos una carga formativa como instrumento de conocimiento y como un depositario de la memoria histórica de diversas comunidades, se debe posibilitar el acceso a estos recursos culturales que permiten complementar los contenidos curriculares del aula. En otras palabras, el museo es un laboratorio para la historia en el que se desarrollan “(...) diversas aptitudes analíticas aprovechando recursos que son más cercanos y familiares para los estudiantes” (Suárez, Calaf y Maroto, 2015, p. 367). Es este el motivo por el cual se plantea una propuesta inclusiva para que las personas en condición de discapacidad sensorial puedan acceder a la colección.

En el caso de la colección del Museo Antropológico de la Universidad del Tolima se puede realizar un acercamiento a la historia de las culturas prehispánicas que habitaron el departamento, pues en ella se pueden reconocer, entre otras, algunas prácticas de la vida cotidiana, ritos funerarios y consumos alimenticios.

Con el propósito de realizar una propuesta inclusiva, como se mencionó anteriormente, a continuación se presentan los resultados de la encuesta que se aplicó a los estudiantes de las instituciones educativas con mayor población estudiantil en condición de discapacidad, para conocer cuál es la percepción que tienen del museo.

El 80 % de los estudiantes entrevistados en condición de discapacidad visual perciben el museo como una institución que preserva y conserva el patrimonio cultural de la sociedad, haciendo énfasis en las artes, la música, la cultura y, sobre todo, en la memoria histórica; mientras tanto, para el 20 % es un espacio de retroalimentación de saberes y asociación de ideas enfocadas en la adquisición de conocimientos significativos, lo cual se corrobora con expresiones como “es un espacio para retroalimentar saberes” (CIE-CB3, 2016) en donde se pueden “(...) obtener conocimientos de una manera rápida” (CIE-FQ, 2016). A propósito, Burgos (2011) plantea que “(...) si los museos desean convertirse en espacios significativos, sus visitantes tendrán que encontrar allí un espacio fructífero de diálogo, con historias que le permitan vivir sensaciones y experiencias transformadoras y vitales” (p. 177), sin olvidar que también debe generar reflexión y significación.

Los estudiantes en condición de discapacidad auditiva se refieren al museo como un “(...) lugar, un recinto en el cual se almacenan todo lo (…) encontrado a través del tiempo de las culturas” (CIE-AL, 2016, p. 1); el 25 % no lo relacionan como un espacio de encuentros y desencuentros con el aprendizaje, los diálogos y los sentidos; el 25 % restante de la población estudiantil sorda expresa no conocer un museo.

Es por lo anterior que el museo debe convertirse en un espacio significativo y dirigido a todo tipo de público, que comunique y permita complementar la formación de los estudiantes, pues, según Fernández (2003), “el papel de los museos como espacios de instrucción, de transmisión de conocimientos, es muy importante ya que pueden suplir las lagunas de la escuela” (p. 58). Así pues, el objetivo de la didáctica del museo es buscar que este enseñe “por sí mismo y fundamentalmente a través de la exposición de piezas” (Blanco, 1981, p. 421) generando nuevas formas de percibir el museo.

Existen concordancias entre los sujetos invidentes y los sordos respecto a la importancia que tienen los museos en el aprendizaje de la historia regional. Los primeros describen el museo como un lugar lleno de sentidos abstractos, imaginativos y con significaciones emocionales y sentimentales asociadas con el pasado. Los segundos lo relacionan con lugares tangibles, inamovibles y con objetos que representan sentido y formas de diálogos que no se pueden entender porque son didácticamente incomprensibles.

>Respecto a las colecciones del museo, se formuló la pregunta: “¿Para usted, qué hay en un museo?” El 90 % de la población invidente lo relaciona con objetos tangibles de gran valor, expresando que las piezas aportan información sobre contextos artísticos o hechos históricos o naturales de algunos lugares.

Tan solo el 10 % de la población se enfoca en lo intrínseco e individual, atribuyéndole a los contenidos de los museos creatividad, expresión artística y explosión de conocimiento; es decir, han logrado relacionar el museo con la historia cultural, percibiendo sus objetos no simplemente a través de sus valores materiales, sino como piezas que comunican y educan.

De igual manera, la comunidad sorda manifiesta que el museo es un contenedor de elementos tangibles. El 95 % de la población describe al museo como un lugar lleno de piezas históricas producto de hallazgos en el área rural. El 5 % restante relaciona los contenidos del museo con objetos inspirados en la imaginación y lo que sería agradable para ellos. Sus apreciaciones se basan en comentarios fuera de su realidad y sobre lo que esperan encontrar en un museo, porque este porcentaje de la población nunca ha ido a uno, por lo que solo describen y expresan lo que desean.

Considerando que el museo debe ser una pieza clave en los procesos de aprendizaje, es importante explicar que este, como institución de educación no formal, debe permitir que este aprendizaje sea una experiencia significativa; al respecto, Ochoa (2008) indica que este espacio debe servir como:

(...) Recurso didáctico, como apoyo para la formación y la promoción culturales, y como espacio que se suma sinérgicamente a una amplia red en la que tienen lugar los aprendizajes, entendiendo por aprendizaje un proceso complejo y permanente, una experiencia acumulativa y de carácter individual (p. 5).

Frente a la función de los museos, los estudiantes respondieron que es lugar en donde se contienen y conservan los bienes materiales y aseguran que están dirigidos a cierto grupo de personas. El 95 % argumenta que cuando asisten a exposiciones de pinturas, retratos y cuadros se sienten excluidos al no poder explorar cada una de las piezas expuestas, pues solo deben conformarse con explicaciones generales, cuando la función de los museos, en un sentido pedagógico, debería ser la de complementar la formación de los estudiantes teniendo en cuenta sus necesidades.

De igual manera, la comunidad sorda ha expresado que la función de los museos es la de servir como contenedor de piezas históricas que recobran valor para los ciudadanos; sin embargo, expresan que las exposiciones poseen un lenguaje poco apropiado para ser comprendidas. Asimismo, manifiestan que no es posible la apropiación adecuada de la información que acompaña las exposiciones, debido a las dificultades del idioma, pues todo está en castellano y el lenguaje de los sordos es el de señas. El idioma materno del 85 % de la población en condición de discapacidad auditiva es la lengua de señas; solo el 15 % restante demostró suficiencia en los dos lenguajes. En resumen, las exposiciones museográficas deben adaptar sus guiones a un lenguaje adecuado, sencillo y comprensible.

La población (ciega y sorda) encuestada manifiesta que los museos no están dirigidos a ellos y que, por tal motivo, se requiere de mayores espacios inclusivos. Así, el 97 % de los invidentes y el 86 % de los sordos describen el museo actual como un espacio poco atractivo.

Tabla 3. Representación de los colores, olores y sensaciones

Variables CDV Discapacidad visual CDV-N* CDA
Colores Gris, negro, café, vino tinto y envejecidos Amarillo, azul, rosado y blanco
Olores Madera pulida-transformada y canela fresca Madera
Sensaciones No representan sensaciones a través de los sentimientos Curiosidad Curiosidad vs. decepción

*CDV-N personas en condición de discapacidad visual de nacimiento.

>Imaginando lo que debería ser un museo ideal, describen un espacio donde la creatividad pueda ser explorada, amplio para la movilidad e interacción, donde el aprendizaje se dé utilizando sus capacidades y no su discapacidad. Según los resultados obtenidos, solo una minoría ha expresado que el museo ideal debe ser aquel que tenga muchos objetos; pero, en general, manifiestan que el museo no es importante para sus vidas; es probable que se refieran a él de esta manera porque no han tenido una interacción significativa con estos espacios.

Dentro de las propuestas sobre el museo ideal, es significativo encontrar expresiones como: “Me imagino un museo más creativo e inclusivo, más universal, que abarqué todos los géneros y condiciones humanas y en el que se ofrezcan oportunidades de sentir más allá de lo que no se puede ver” (CIE-NA, 2016). Otro participante expresa que “un museo debe ser divertido, didáctico y dinámico; a veces los museos suelen ser tan pasivos y poco llamativos, que a una persona que anhele respuestas no le llamará la atención” (CIE-MA, 2016). Por esta razón, el museo debe ser un centro de aprendizaje capaz de interactuar con las personas en condición de discapacidad sensorial, contribuyendo a su desarrollo psicosocial.

Por otra parte, el desconocimiento de los museos regionales y locales es amplio. Actualmente, en la ciudad de Ibagué existe una diversidad de museos que pueden ser visitados por diferentes grupos de personas. Dentro de los resultados encontrados, tan solo el 5 % de la población invidente asegura que en la ciudad de Ibagué existen entre 3 y 4 museos. En el caso de la población sorda, el 10 % asegura que en la ciudad solo hay 2 museos, entre ellos el MAT y el Museo Panóptico. El resto de la población solo tiene como referencia el Museo de Artes del Tolima –MAT.

Lo anterior es una muestra de la falta de programas de inclusión por parte de las instituciones culturales de la ciudad de Ibagué, desaprovechando la riqueza cultural de la ciudad y excluyendo a un grupo de personas debido a la falta de programas para acoger población en condición de discapacidad sensorial.

Las percepciones se elaboran a través de los olores, los colores y otras sensaciones que se traducen en sentimientos, que se pueden suscitar a la hora de ingresar a un museo. Al comparar las evidencias, se encontró que los invidentes describen colores apagados u oscuros como el gris, el negro, el café y el vino tinto. Algunos invidentes de nacimiento no describieron ningún color, pero sí un olor y un sentimiento. Al realizar el contraste, se encontró que el olor característico, de manera general, se encuentra relacionado con en la madera pulida-transformada y la canela fresca. Sobre los olores, se tiene un estándar promedio de reconocimiento, aunque hay percepciones poco comunes según las cuales el museo “(...) huele a historia, que genera curiosidad, y la historia huele a recuerdos” (CIE-NA, 2016, p. 1), caso atípico en las encuestas.

Por el contrario, los sordos representan al museo con colores pasteles como el amarillo, el azul, el rosado y el blanco. No le atribuyen un olor en especial, pero sí hacen énfasis en los sentimientos encontrados en este espacio. Las emociones más distintivas de dicha comunidad son la curiosidad vs. la decepción al no poder entender por completo el mensaje dentro de la exposición. La nostalgia, la tristeza y el aburrimiento son otros sentimientos encontrados.

La herencia cultural está muy ligada al patrimonio, puesto que representa legados, costumbres, bienes materiales e inmateriales y manifestaciones culturales propias de cada sociedad; sobre todo, “no depende de los objetos o bienes sino de los valores que la sociedad en general les atribuye en cada momento de la historia y que determinan qué bienes son los que hay que proteger y conservar para la posteridad” (IAPH, 2016).

Teniendo en cuenta lo anterior, al contrastar las respuestas de los participantes invidentes y de los sordos respecto de lo que significa para ellos la noción de herencia, se encuentra que existe una pequeña población que afirma no conocer ni haber escuchado nada sobre este concepto. En el 96 % de la población invidente, la herencia es entendida como la transmisión de recursos culturales de generación en generación. En el caso de las personas sordas, el 84 % relacionaron la herencia con lo que “nos pertenece desde tiempo atrás”, como esos bienes materiales recibidos de nuestros familiares. De allí la importancia de preservar, conservar y estudiar el patrimonio cultural-material que reposa en los museos, puesto que “(...) la interacción crítica con esos objetos puede ayudar a que la gente tome conciencia de los propios antecedentes culturales e históricos” (Unesco, 1999, p. 14).

Tan solo el 4 % de los invidentes y el 16 % de las personas sordas comprenden la herencia como un proceso de percepción de lo vivido, lo que se corrobora con expresiones como:

Es como el tesoro, el baúl sellado que llevamos dentro y algunas veces fuera, es tangible; hay herencias genéticas, propiedades, apellidos, nombres, raza, culturales, sociales. Es lo que no se puede cambiar, mejorar sí, pero cambiar nunca, es una marca registrada (CIE-NA, 2016).

Esta relación analógica se mezcla con otras disciplinas para dar a entender el concepto en su conjunto. De igual forma, uno de los entrevistados (CIE-CB, 2016) define la herencia como “el pool genético transmitido de una generación a otra. Desde las ciencias sociales, son las costumbres, símbolos e infraestructura que representan la identidad de una comunidad humana y son transmitidas de una generación a otra”; estas expresiones permiten comprender mejor las nociones que se manejan sobre este concepto.

Por otro lado, aunque la herencia de las culturas prehispánicas es un tema clave en la enseñanza de las ciencias sociales para la educación básica y media, debería ser un tema transversal. Relacionando este tema con la encuesta aplicada, las personas en condición de discapacidad sensorial desconocen la influencia cultural de las sociedades prehispánicas de Colombia. Con base en lo anterior, el 73 % de la población en condición de discapacidad auditiva desconoce las actividades, secuencias culturales y vida cotidiana de las sociedades prehispánicas en general. De ese porcentaje, el 27 % asegura desconocer por completo las sociedades prehispánicas y argumentan que son temas que nunca se abordaron en el aula de clase; por el contrario, el 46 % restante asegura haber visto algo relacionado en alguna clase o en algún museo, pero que no habían entendido el tema en su totalidad.

Por otra parte, el 27 % restante de la población objeto de estudio respondió que las sociedades prehispánicas del Tolima se estudiaban a través de los artefactos y vestigios del pasado encontrados en la actualidad.

Además de estas respuestas, también hay generalidades en torno a la representación de los dibujos y el arte rupestre de estas comunidades. Por último, en las respuestas se evidencia que sus imaginarios se concentran en los procesos de esclavitud, destierro y muerte que sufrieron nuestras poblaciones indígenas ante la llegada de los españoles y no en las sociedades prehispánicas en sí.

A diferencias de las personas en condición de discapacidad auditiva, los invidentes representan mejor las dinámicas espaciales de las sociedades prehispánicas del Tolima. Sus esquemas mentales reflejan un conocimiento general sobre la cultura, las prácticas cotidianas y la jerarquización social y política de estas comunidades. Tan solo el 6 % de la población invidente dijeron desconocer por completo las sociedades prehispánicas no solo del Tolima sino de Colombia, lo que implica una desventaja en el reconocimiento de la historia regional y local para ellos.

Figura 2.
Figura 2. Las culturas prehispánicas del Tolima en el imaginario.

En concordancia con lo anterior, el 94 % de la población objeto de estudio asegura saber, de manera general, sobre las culturas prehispánicas, pero desconocen su diversidad en el territorio tolimense. Coinciden en identificar tan solo un grupo indígena prehispánico, los Pijaos, considerándolos como únicos en el territorio. Este imaginario no solo se presenta en personas en condición de discapacidad sensorial, sino en la mayoría de ciudadanos.

Dentro de estas representaciones, también prevalece la resistencia y lucha guerrera ante los españoles colonizadores. La percepción del 63 % de este grupo sobre los antiguos pobladores del Tolima está determinada por las descripciones de sus armas, amuletos e indumentaria. Además de lo anterior, también son muy comunes las descripciones corporales atribuidas a este grupo; entre ellas expresan que son de “contextura muy fuerte, morenos, usando muchos accesorios y tintes en su cuerpo” (CIE-FQ, 2016. p. 3). La anterior es una representación mental de conjunto, recurrente para la mayoría de las personas invidentes de este estudio lo que demuestra que la falta de visión no imposibilita la capacidad de correlacionar, descriptiva y de asociación de elementos cotidianos en los procesos de aprendizaje.

Además de las descripciones corporales y su indumentaria para la guerra también afloraron otros elementos importantes en la estructura social de las comunidades prehispánicas del Tolima; entre ellos se enuncian la capacidad y tecnificación agrícola, la elaboración de sus herramientas y sus prácticas funerarias, refiriendo que los indígenas elaboraban vasijas de barro, objetos en metales como el oro, la plata y otros, para enterrar a sus muertos y rendirles tributo.

Las diferencias encontradas entre personas en condición de discapacidad visual y las que presentan dificultades auditivas es que las primeras se han acercado más a la construcción de la vida social y cotidiana de las sociedades prehispánicas del Tolima. Por el contrario, en el segundo grupo existen falencias en el reconocimiento de dichas prácticas, aunque la comunidad sorda hace mayor referencia a los vestigios encontrados en las excavaciones arqueológicas. A nivel general, las dos comunidades han definido correctamente el concepto de herencia, como se aprecia en apartados anteriores; pero, de alguna forma, persisten falencias que impiden reconocer que las actividades del pasado permiten comprender el presente.

Los estímulos auditivos y visuales son determinantes en la construcción de las percepciones sociales; no obstante, para las personas invidentes es clave el sistema auditivo-táctil y, para las sordas la visión y el tacto. Así, en este último apartado se presentan los resultados de los estímulos perceptuales de las personas invidentes y sordas. Para el caso de los primeros, se utilizaron diferentes sonidos con el fin de establecer la influencia de estos en el reconocimiento de las culturas prehispánicas; para el caso de los sordos, se presentó una secuencia de imágenes en la que debían identificar cuál pertenecía a las comunidades prehispánicas y explicar por qué.

Los resultados arrojaron que el 87 % de los invidentes identificaron la ocarina como el instrumento representativo de las sociedades prehispánicas del Tolima. El sonido de este instrumento aerófono se produce por el paso de aire a través de su columna principal; su tamaño habitual es pequeño y su sonido es agudo; “(...) su construcción es ardua debido a que habitualmente las ocarinas están hechas de cerámica o madera, con un centro hueco y orificios con áreas iguales o desiguales que son cubiertas para producir diferentes notas” (Saire, 2010, “Resumen”, párr. 1).

Tabla 4. Identificación de sonidos prehispánicos

Discapacidad CDV Otros
Ocarina en cerámica 87 % 92 %
Flauta moderna 0 % 58 %
Guitarra eléctrica 0 % 0 %
Violín eléctrico 0 % 0 %
Flauta en hueso 79 % 27 %

La tabla 4 muestra que la percepción auditiva está más desarrollada en personas invidentes. En la escogencia de los instrumentos que consideraban prehispánicos, la flauta de hueso también fue representativa en la población objeto de estudio, cuya identificación no fue posible solo por su melodía, sino que tuvo influencia la exploración táctil de la pieza, reconociendo incluso la diferencia entre una flauta de hueso y otra moderna.

El mismo ejercicio se llevó a cabo con otro tipo de personas. Los resultados demuestran que los ciegos desarrollan mejor sus habilidades de memoria auditiva y táctil. En palabras Galloway (1981), la estimulación multisensorial permite que se potencien tanto los sentidos que no se han visto afectados, como las habilidades residuales de los que sí, lo que implica un mejoramiento en sus cualidades de representación y percepción que los ubica por encima del promedio. Crossley (2013), propone la siguiente analogía:

El ciego no percibe su bastón; percibe el espacio a partir de su bastón, el bastón es una extensión de su self, el bastón se convierte en un ‘órgano perceptual’ permitiendo que este tenga un mejor manejo y reconocimiento del espacio vivido (p. 147).

En contraste con lo anterior, para el caso de las personas en condición de discapacidad auditiva, se desarrolló otro ejercicio para evaluar sus capacidades perceptuales con respecto a la observación y al análisis de contextos prehispánicos. Se les indicó que observaran distintas imágenes con contenidos diferenciadores que permitían distinguir las actividades prehispánicas de otras en diferentes épocas. Los resultados arrojaron que las imágenes actuales son fáciles de reconocer porque son inmediatas para ellos, se relacionan con sus vidas o forman parte de ellas, a diferencia de las imágenes prehispánicas. Con estas últimas no se sienten familiarizados y la tendencia es la de confundir los personajes indígenas de antes de la llegada de los españoles con los de después de este periodo.

No obstante, las representaciones del 89 % de la población sorda se referencian desde los acontecimientos históricos que se dieron después de la llegada de los españoles. Entre el 25 % y el 32 % de la población han elegido las imágenes que representan las culturas prehispánicas, pero también otras que no corresponden a ellas, lo que implica que hay confusión sobre el tema de las actividades culturales, sociales y económicas de estas sociedades.

Por último, tan solo el 12 % de la población relacionó las actividades culturales, sociales y económicas al señalar tres imágenes, explicando que las habían escogido porque ellas representan las figuras esculpidas por los indígenas prehispánicos y añadieron que, además de ello, estos se decoraban el cuerpo como símbolo de poder o, en algunos de los casos, como práctica cotidiana.

Teniendo en cuenta los resultados de este avance investigativo, hoy más que nunca, se deben buscar estrategias de inclusión social y educativa dirigida a la población en condición de discapacidad sensorial y, más aún, resaltar la importancia de las instituciones culturales como recurso didáctico en la enseñanza de la historia, con el fin de generar nuevas percepciones en torno a la capacidad didáctica de los museos antropológicos, desarrollando “(...) actividades a través de exposiciones, talleres, cursos de capacitación, apoyo a las investigaciones, etc., con el fin de contribuir en la formación de un hombre integral” (Delgado y Recaman, 1990, p. 15) y teniendo en cuenta las adaptaciones pertinentes.

En conclusión, el objetivo de la didáctica del museo es buscar que este enseñe “(...) por sí mismo y fundamentalmente a través de la exposición de piezas” (Blanco, 1981, p. 421) siempre que exista una relación cargada de significado y exploración entre el sujeto y el objeto, en la que las personas sordas o invidentes encuentren posibilidades favorables en el medio para su aprendizaje. “Así el museo pasa de ser un coleccionista pasivo a una institución capaz de afrontar los problemas de la sociedad moderna y plantear nuevas posibilidades de cambio” (Delgado y Recamán, 1990, p. 15) en el contexto de los procesos de enseñanza-aprendizaje de la historia regional y local.

Por lo anterior, el sentido pedagógico de los museos antropológicos es fomentar el desarrollo de competencias hacia la historia en los estudiantes, puesto que “el papel de los museos como espacios de instrucción, de transmisión de conocimientos, es muy importante ya que pueden suplir las lagunas de la escuela” (Fernández, 2003, p. 55) y, hoy más que nunca, experimentar cambios que no se limiten a la trasferencia de la cultura “(...) sino a considerar [esta] transferencia como parte integrante de un proceso de emancipación” (Delgado y Recamán, 1990, p. 15) que les permita ser ciudadanos críticos e independientes a partir del reconocimiento del patrimonio, todo ello a través de la formulación de propuestas encaminadas hacia la construcción del debate, la investigación, el juego de roles y demás (Unesco, 2005), a fin de que su aprendizaje sea significativo.


Conclusiones y proyecciones

A lo largo de este artículo de investigación se demostró, a partir de los resultados encontrados, que para los niveles de percepción de las personas en condición de discapacidad sensorial, existen alternativas teóricas y prácticas que permiten la generación de propuestas para enseñar historia prehispánica, y que, hoy día, es de suma importancia la articulación de la escuela con las instituciones culturales (museos) a través de espacios inclusivos que promuevan un aprendizaje significativo mediante actividades que desarrollen la capacidad de percepción de dichos sujetos.

Lo anterior se logró a través de la manipulación de fragmentos y la reproducción de piezas enteras que facilitan su identificación para acercarlos al patrimonio cultural del Tolima, aportando al desarrollo psicosocial de la población en situación de discapacidad, a fin de eliminar las barreras que comúnmente se les presentan.

Por otro lado, el abordaje de esta investigación, según los objetivos planteados, permitió, en primer lugar, conocer las percepciones de la población objeto de estudio frente al museo como lugar de aprendizaje y a la vivencia de experiencias museográficas, al conocimiento sobre la historia regional y local a través de instituciones culturales y por último a la relación que tienen con el patrimonio y su importancia.

Frente a las irregularidades encontradas en las percepciones se desarrollará una propuesta de carácter didáctico que permita el acceso de personas en condición de discapacidad sensorial al disfrute de algunas colecciones que tiene el Museo Antropológico de la Universidad del Tolima, proporcionando herramientas que favorezcan el aprendizaje a sujetos históricamente excluidos (Santofimio, 2015) y, de esta manera, fortalecer los programas de difusión museográfica en el marco de los proyectos educativos del museo, validando la eficacia de este a través de pruebas piloto que fortalezcan los procesos de inclusión.

Es por ello que se espera que esta propuesta para que las personas en condiciones de discapacidad puedan aprender sobre las culturas prehispánicas a través de las técnicas y las decoraciones de artefactos orfebres y líticos, permita superar la discapacidad social y mejorar las alternativas inclusivas


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Artículo de investigación / Research Article / Artigo de pesquisa

Conflicto de intereses: Los autores han declarado que no existen intereses en competencia

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